Los héroes que evitan que CDMX se ahogue en sus propios desechos... y sin protección en plena pandemia

Por Rosa Elena Soto

Mario es trabajador de limpia de la Ciudad de México. Pese a la emergencia sanitaria por el coronavirus no ha dejado de trabajar. Desde las cuatro de mañana, acompañado de su carrito recolector de basura y su escoba de ramas, barre las calles de avenidas principales y recoge la basura de las casas, como lo ha hecho desde hace 15 años.

Mario es un trabajador de limpia del Gobierno de la Ciudad, y asegura que su trabajo es tan importante como el de los policías o los bomberos, en la pandemia. Dice que las calles deben estar limpias para evitar contagios.
Foto: Rosa Elena Soto

Asegura que no se quedará en casa porque la ciudad se llenaría de basura y hoy más que nunca las calles deben permanecer limpias

“Tenemos cuarentena, es decir, 40 días de permiso, no estamos pasando tiempos en el trabajo, pero uno no puede cruzarse de brazos, uno no puede descuidar su área, imagínese si se mantiene sucia y con el virus que hay se complicaría más la situación, sería un foco de infección para que se propague la enfermedad. Nosotros tenemos que mantener limpias las calles para la gente. En otras áreas, los compañeros están apoyando mantener limpia la ciudad”.

El oficio del trabajador de limpia es igual al del policía, el paramédico o los bomberos. Somos uno de los grupos que dará servicio hasta el último momento, dice Mario convencido.

“Somos gente de servicio, nos hemos mantenido en el campo, para prevenir que haya algo más grave más adelante”.

“Ahorita que es el momento de la contingencia, no contamos con equipo para protegernos. Necesitamos cubrebocas, gel antibacterial, una mascarilla de media cara, porque nos dieron una mica que cubre todo el rostro, porque llega un momento que se empaña toda y no te deja ver nada, eso nos pone en riesgo porque estamos barriendo la avenidas principales y debemos estar al 100 por ciento observando porque nos pueden atropellar”.

Mario es un trabajador de limpia del Gobierno de la Ciudad, y asegura que su trabajo es tan importante como el de los policías o los bomberos, en la pandemia. Dice que las calles deben estar limpias para evitar contagios.
Foto: Rosa Elena Soto

Recuerda que cuando fue la epidemia de influenza en 2009 les dieron gel antibacterial y cubrebocas para protegerse. “Esta vez se olvidaron de nosotros porque ni el Sindicato ni la Delegación nos ha dado equipo. Todo lo que traemos lo ponemos de nuestra bolsa. Por ejemplo el gel antibacterial me cuesta 120 pesos el litro”.

En tiempos del coronavirus, Mario se acaba un litro de gel antibacterial a la semana.

Cuando está en su trabajo, usa el gel antibacterial varias veces, y cuando termina de trabajar se quita los guantes de electricidad que le dan para hacer su trabajo para lavarse las manos. Al llegar a su casa,se cambia la ropa y directamente se va a la lavadora. Se vuelve a lavar las manos con jabón y se pone de nuevo gel antibacterial.“Tenemos el contacto con la basura y trato de mantenerme limpio para evitar que entren bacterias a la casa”.

"Todos tenemos miedo de contagiarnos de algo, porque tú sabes, podemos tocar cualquier objeto que traiga ese virus y ya perdimos. También nos encomendamos al de allá arriba que nos cuide, y tener el menor trato posible con las personas. La gente me dejan la basura afuera de sus casas. Solo la recojo y no tengo trato con ellos o los saludo de lejos.”

Cuando te toca perder, vas a perder

“No tengo diabetes, ni hipertensión, estoy bien de salud, pero cuando te va a tocar, sea con el virus o alguna enfermedad te toca”, dice Mario convencido.

“Seguimos en pie de batalla, todos estamos trabajando, ninguno de mis compañeros se ha echado para atrás. Estamos esperando lo último o cuando digan nuestros jefes digan: paren ya nadie sale; o cuando haya contagios entre los compañeros. Mientras tanto, vamos a seguir manteniendo las calles limpias”.

Para Mario es importante que los vecinos ayuden y no saquen la basura a la calle, como acostumbran. En la contingencia por el coronavirus se hace indispensable mantener las calles limpias y que todos pongamos un granito de arena.

“Las personas las dejan a fuera de sus viviendas, cuenta Mario, y pasan los perritos, rompen las bolsas dejan un tiradero en la calle. Nos gustaría que los vecinos nos ayuden manteniendo la basura en sus casas hasta el día que nos toca, ahora, con eso ellos colaborarían con la sanidad de las calles”.

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