Dieron de alta al papa Francisco, a diez días de su operación de colon

El papa Francisco saluda a personal del hospital, sentado en una silla de ruedas dentro de la Policlínica Agostino Gemelli
El papa Francisco saluda a personal del hospital, sentado en una silla de ruedas dentro de la Policlínica Agostino Gemelli

ROMA.- En forma hiper discreta, tal como había llegado el domingo 4 de julio al Hospital Gemelli, el papa Francisco dejó hoy este policlínico para regresar al Vaticano, tal como pudieron constatar fotógrafos apostados allí y confirmó luego el Vaticano. El Papa, de 84 años, fue dado de alta en torno de las 10.30 locales (las 5.30 de la Argentina) después de diez días de internación y una operación de colon debido a “una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante”.

El Papa abandonó el hospital en su normal Ford Focus azul, el mismo auto con el que había llegado en forma anónima el domingo 4 de julio, horas después de haber recitado el Ángelus desde la ventana de su despacho del Palacio Apostólico. Como suele hacer después de cada viaje internacional, antes de volver al Vaticano el exarzobispo de Buenos Aires pasó por la Basílica de Santa María Mayor para dejarle flores y agradecerle “por el buen éxito de su cirugía” al ícono de la Virgen Salus Populi Romani, del que es muy devoto. Entonces “también rezó por todos los enfermos y, especialmente a los que conoció durante sus días de hospitalización”, precisó Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa. En fotos publicadas en la página Facebook de la Basílica, puede verse que el Papa no caminó hasta la pequeña capilla que guarda el antiguo ícono, sino que fue trasladado en silla de ruedas, para que no se cansara, visto que el templo es muy grande.

Antes de ingresar cerca del mediodia local (las 7 de la Argentina) al Vaticano por la puerta del Perugino, la más cercana a la residencia de Santa Marta -el hotel para eclesiásticos donde vive-, el Papa, demostrando que se ha recuperado de la cirujía, hizo detener su auto para saludar a los policías que cuidan esa zona. A la hora de bajarse del auto, fue ayudado a levantarse del asiento por gendarmes de su escolta, algo normal, probablemente porque aún le duelen los puntos que tiene en el abdomen luego de la operación.

La cirugía, planificada según el Vaticano, tuvo lugar el 4 de julio por la tarde y alarmó al mundo porque duró más de lo que se esperaba, unas “tres horas”, y fue bajo anestesia general. Según escuetos partes médicos , significó una “hemicolectomía izquierda” (que consiste en extirpar el lado izquierdo del colon y unir las partes remanentes del órgano) y una operación complicada porque comenzó con laparoscopía y luego siguió a cielo abierto, con bisturí, según trascendió.

El Gobierno prepara pasajes baratos y otros incentivos para reactivar el turismo internacional

Desde la Santa Sede el miércoles pasado señalaron que la biopsia que se le hizo a la parte del colon extirpada confirmó el diagnóstico de estenosis diverticular grave, descartando así la presencia de tumores.

No sorprendió el alta del Papa hoy, después de que ayer por la tarde se informara de que había ido nuevamente a visitar a los pacientes del sector oncológico pediátrico que queda en el mismo piso, el décimo, donde se encuentra la suite papal. En las imágenes difundidas, se lo veía a Francisco en buena forma, ya de pie, caminando y sin un vendaje en la mano derecha. Además, más flaco, algo lógico después de una operación no menor, que implicó también hacer una dieta líquida.

El domingo pasado, despues de reaparecer en público desde un balcón del décimo piso del Gemelli para la tradicional oración mariana del Ángelus -acompañado por tres chicos enfermos-, el Papa también había pasado a saludar a los pacientes del sector oncológico, pero trasladándose en silla de ruedas, según imágenes difundidas por el Vaticano.

A diferencia de su antecesor polaco, Juan Pablo II, que estuvo 11 veces internado en el Gemelli, tanto es así que solía llamar al policlínico ubicado en el Monte Mario, al norte de Roma, el “Vaticano III”, la internación del Papa, la primera de su pontificado, fue manejada a nivel informativo en forma hiper reservada.

Francisco quiso privacidad y evitar que se creara confusión, un circo mediático en las afueras del Gemelli y una “espectacularización”de su hospitalización. Por eso el Vaticano se limitó a difundir una declaración diaria escrita, firmada por el director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni y basada en información de los médicos. El hospital Gemelli jamás emitió un parte médico y ninguno de los diez especialistas que intervinieron en la cirugía papal jamás apareció ante una cámara o brindó una entrevista. No hubo declaración diaria el domingo pasado, cuando reapareció en público para el Ángelus, mostrándose en relativa buena forma, por lo que el Vaticano consideró que no hacía falta.

Francisco arrastraba una dolencia abdominal, debido a los divertículos, desde hace meses, por lo que decidió operarse en julio, que es el mes en el que se toma “vacaciones”: en realidad, no se va a ningún lado, sino que se queda en Santa Marta, pero suspende las audiencias generales de los miércoles y las audiencias en general a jefes de Estado y Gobierno, pero mantiene la oración dominical mariana del Ángelus. Justamente por esto el domingo que viéne reaparecerá en público, esta vez en forma “normal”, desde la ventana del Palacio Apostólico. En estos nueve días de convalecencia, el Papa recibió centenares de mensajes de buenos augurios de pronta recuperación, hubo cadenas de oración por su salud en todo el mundo y muestras de afecto, que seguramente volverá a agradecer el domingo.