Este posiblemente sea el (auto) engaño más grande de la caza trofeo

La caza trofeo definitivamente si altera el medioambiente.

Un video que causó conmoción en España en el que aparecen cientos de cientos de ciervos y jabalíes abatidos en un solo día en Córdoba volvió hace unos días a poner sobre la mesa el polémico tema de la caza trofeo.

La caza se ha prohibido en muchas partes del mundo, pero en otras no solo se permite sino que existen asociaciones y organizaciones bien establecidas que la promueven e incluso le dan un carácter conservacionista porque  -aseguran sus defensores- impulsan la preservación de los cotos de caza y su fauna.
La caza se ha prohibido en muchas partes del mundo, pero en otras no solo se permite sino que existen asociaciones y organizaciones bien establecidas que la promueven e incluso le dan un carácter conservacionista porque -aseguran sus defensores- impulsan la preservación de los cotos de caza y su fauna. (Foto: Getty)

La cacería de animales por parte de humanos sigue existiendo mientras avanza esta tercera década del siglo XXI. Ya no es un medio usado para sobrevivir, ya no es un aborigen hambriento con una lanza tratando de matar a un jabalí para cocinarlo en una fogata o un hombre previendo cómo hacerse con una piel de algún lobo para protegerse en el próximo invierno.

Hoy en día, y dependiendo de la legalidad, el modo y el país, a la caza se le denomina deporte, negocio o crimen.

Mientras tanto, ambientalistas y defensores de animales califican la llamada cinegética como un acto barbárico que cometen individuos crueles que aman hacer sufrir a otros seres vivientes y sintientes. Los detractores equiparan la práctica con las atrocidades de un circo romano que servía de diversión a los humanos del siglo II antes de Cristo.

Pero, más allá de las opiniones o juicios de valor, la caza legal e ilegal se ha vinculado a mafias, a tráfico de partes de animales, a accidentes con muertos o heridos por caza en sitios prohibidos, a asesinatos de quienes intentan documentar esta práctica y a maltrato de perros usados para acechar, perseguir y capturar presas, entre otras situaciones.

¿Autoengaño? : así se venden

Si bien es una práctica que se ha prohibido en muchas partes del mundo, en otras no solo se permite sino que existen asociaciones y organizaciones bien establecidas que la promueven e incluso le dan un carácter conservacionista porque -aseguran sus defensores- impulsan la preservación de los cotos de caza y su fauna.

En muchos países la caza es legal y los cazadores aseguran ser conservacionistas (Foto: Getty)
En muchos países la caza es legal y los cazadores aseguran ser conservacionistas (Foto: Getty)

Los cazadores de todos aquellos países en los que esta actividad está permitida aseguran ser, ante todo, conservacionistas. Y estos son algunos ejemplos en América Latina y España:

La Federación de Cazadores Deportivos de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, por ejemplo, nació para “fomentar el turismo nacional en base a la práctica de la caza”, para impulsar “el cuidado y conservación de las especies silvestres de caza” con apoyo de estudios técnicos y científicos, “colaborar con las autoridades en la fiscalización y control de la caza furtiva”, entre otros objetivos que se mencionan en su sitio web.

La Asociación de Cazadores de Paraguay fue constituida en 2018 “con el fin de implementar programas orientados a la conservación y resguardo de la naturaleza, el ecosistema y la biodiversidad” se indica en su página.

La Real Federación Española de Caza (RFEC) asegura que la actividad, tal y como se practica en esta organización, no solo ayuda a preservar las especies que son susceptibles de ser cazadas, sino que también apoya las investigaciones sobre estos ejemplares y su hábitat a través de su Observatorio Cinegético.

Hace apenas unos días, la RFEC presentó varios recursos legales en contra del proyecto de reforma del Código Penal planteado por el Gobierno de España que, según la Federación, “podía acabar con la actividad cinegética si se extiende la tipificación de maltrato animal a todas las especies silvestres”.

La nueva normativa, critica la RFEC, “pretende aumentar las penas por cualquier tipo de maltrato animal hasta los dos años y medio de prisión”, así como “imponer como agravante el uso de armas, otros animales” o la presencia y participación de menores de edad en la caza.

ATENCIÓN IMÁGENES FUERTES

(VIDEO Las imágenes de decenas de ciervos muertos en Córdoba desata un debate sobre la caza

Para los activistas que piden la prohibición de la caza, estas premisas de cazadores “conservacionistas” no tienen sentido y aseguran que no existe estudio científico que pruebe que la caza ayuda a preservar el ambiente y las especies susceptibles de convertirse en presas.

Ecosistemas descompensados

La organización española Partido Animalista (PACMA) explica cómo se produce la descompensación de los ecosistemas gracias al exterminio de los depredadores naturales a través de la caza deportiva.

La portavoz Yolanda Morales, dice a Yahoo Noticias en Español que la única “lógica” que puede aplicarse a la tesis de que los cazadores ayudan a preservar especies cazadas es que al promover “la despoblación abrupta de una especie en un área determinada, se pudiera incitar a los supervivientes a reproducirse más rápido”, y esto es algo de lo que ya se encargan los depredadores naturales.

“La naturaleza se regula sola”, dice.

Morales argumenta que “la caza extermina a los depredadores naturales, lo que produce un aumento de los depredados y hace que los recursos de supervivencia sean insuficientes. Estos acuden a entornos urbanos a buscar comida, producen destrozos u ocasionan accidentes. Entonces, los cazadores acusan un problema de sobrepoblación y se muestran como la solución a él. Y así cíclicamente”.

Los zorros son parte de esos depredadores naturales que se convierten en víctimas de cazadores (Foto: Getty)
Los zorros son parte de esos depredadores naturales que se convierten en víctimas de cazadores (Foto: Getty)

Esta organización tiene un listado de problemas que genera la caza que van desde el maltrato animal, tanto de la presa como de los perros que se usan para capturarlas, así como la exposición de menores a esta violencia y la ya comentada descompensación de ecosistemas que es “el que más potencial tiene para afectarnos a todos”.

Los cazadores deportivos también cuentan, dice Morales, con granjas cinegéticas “donde se crían animales para su posterior suelta en áreas controladas, garantizando que siempre haya qué cazar”.

Conservacionistas con o sin balas

La cinegética existe en un plano tensado por extremos. Mientras se mueve toda una industria de caza -con federaciones, asociaciones y grandes cadenas de tiendas que ofrecen hasta toda la indumentaria- por otra parte existen países como Costa Rica o Colombia que ya han prohibido de plano esta práctica por ser cruel e incompatible con la conservación del ambiente.

La sentencia de la Corte Constitucional de Colombia, de febrero de 2019, señala que la caza deportiva es un “acto de aniquilamiento” y “no es expresión de libertad religiosa, no tiene como objetivo la alimentación ni la experimentación médica o científica, tampoco el control de las especies, ni se trata de una manifestación cultural arraigada”.

El jaguar, la danta, el ciervo y el armadillo, son algunas de las especies que solían ser cazadas libremente en Colombia antes de esta sentencia que entró en vigencia plena en agosto de 2021.

En Argentina, entretanto, se ofrecen paquetes turísticos para cazar cabras salvajes, antílopes, ciervos, liebres o pumas.

Con respecto a los pumas, Argentina cuenta con criaderos de estos animales que en tiempos de caza son liberados cerca de los lugares a los que van los tiradores para que puedan obtener un trofeo casi seguro, según denuncian organizaciones como la reserva Pumakawa, Fundación Cullunche y la Red Argentina contra el Tráfico de Especies Silvestres , entre otras.

En la actualidad estas organizaciones están activando mecanismos para prohibir esta dinámica de criar pumas para que los cazadores turistas puedan llevarse un premio como la iniciativa "No a la muerte de pumas para trofeos de caza".

El dios jaguar

En la rica cultura maya, el jaguar era un poderoso dios, un símbolo de vida y fertilidad que gobernaba en todo el territorio que conoció este imperio.

La realidad es que el jaguar fue un gran felino que no sólo dominó los territorios maya sino toda América pero, gracias a las acciones del gran depredador que es el ser humano, en la actualidad su población ha disminuido a niveles de alarma.

Jaguar (Foto: Getty)
Jaguar (Foto: Getty)

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) alertó en 2018 que los jaguares, que antes se podían observar distribuidos en toda América con abundantes poblaciones, ahora se han reducido dramáticamente y “sólo quedan 64.000 ejemplares de la Panthera onca en la vida silvestre”, casi todos concentrados en la amazonía brasileña.

Los que quedan viven huyendo de la expansión urbana y agrícola, y especialmente de los cazadores furtivos que atienden a la ilegal demanda de mercados asiáticos que buscan “partes” de jaguares como dientes o garras “por su supuesto valor medicinal”.

Una de las razones por las que su caza se pudo haber incrementado en los últimos años puede deberse a la presencia, cada vez más numerosa, de compañías chinas en toda América Latina.

El PNUMA aplaude los esfuerzos mexicanos en el rescate del jaguar desde el año 2010 pues a través del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IEUNAM) se logró elevar la población de estos ejemplares en 20 % hasta 2018 con 4.800 individuos.

El Instituto de Ecología mexicano señala que “los jaguares son esenciales para el funcionamiento y la conservación de los ecosistemas. Los grandes depredadores controlan las poblaciones de los animales a los que depredan y generalmente consumen animales débiles o enfermos. El que existan depredadores como los jaguares, determina la salud de las poblaciones de sus presas y ecosistemas”.

Noticias anti cinegéticas

  • Marcha contra la caza

Los activistas contra el maltrato animal se movilizaron en toda España este 6 de febrero para pedir que se prohíba la cacería. En redes sociales han alzado la etiqueta #NoALaCaza6F. La movilización se produjo un día después de que se difundiera un video en el que se muestran más de 400 ciervos y jabalíes muertos en una jornada de cacería legal en la ciudad española de Córdoba.

  • Pumas en peligro

En Argentina, varias organizaciones conservacionistas hicieron una petición en 2021 para prohibir la caza deportiva del puma, una especie que aseguran que funciona como alarma sobre desequilibrios ecológicos y que está siendo eliminada por decenas de cazadores extranjeros que anualmente viajan al país suramericano solo para matar sus ejemplares y obtener trofeos.

  • El COVID contra el caimán negro de Bolivia

Las autoridades ambientalistas del Gobierno de Bolivia han encendido las alarmas porque el caimán negro, una especie en peligro de extinción, está siendo cazado de forma indiscriminada por la creencia falsa que puede contener una grasa que puede acabar con el COVID.

  • Cazadores abandonados

Los defensores de animales de España que se levantan en contra de la caza deportiva critican el uso de perros como galgos y otras razas para este fin violento y denuncian que estos cazadores son abandonados por sus dueños cuando ya no rinden en la actividad como se espera.

En febrero se celebra el Día Mundial del Galgo pues es en este mes cuando finaliza la temporada de caza y se produce, aseguran, “el abandono masivo” de estos perros. La organización Galgos Del Sur pide ayuda para mantener a los animales que ha rescatado y asegura que ya suma más de 400 perros.

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