¿Por qué el Príncipe Harry rechazó bruscamente la mano de Meghan? ¿Qué pasa entre ellos?

En numerosas ocasiones hemos visto al Príncipe Harry y a su esposa Meghan Markle cariñosamente cogidos de la mano en público. De hecho las muestras de cariño y complicidad entre los esposos han sido siempre muy abundantes. Desde que se dio a conocer su noviazgo y hasta después de su matrimonio Meghan y Harry nunca han tenido problema en demostrar su amor delante de las cámaras de los fotógrafos. ¿Qué ha cambiado? ¿Qué ha pasado ahora para que el príncipe Harry se niegue de pronto a darle la mano a su esposa?

El extraño episodio ha tenido lugar en la celebración de lla entrega de los Premios de los Jóvenes Líderes en el Palacio de Buckingham. Un acto oficial en el que el Príncipe Hrry y Meghan acompañaban a la Reina Isabel II. Ya en el acto en cuestión Meghan cometió un gran error de protocolo y se sentó con las piernas cruzadas. Esta no es una forma correcta, ni adecuada, para las mujeres integrantes de la Familia Real británica.

Tras esa desafortunada falta protocolaria de la Duquesa de Sussex, Meghan quiso darle la mano a su esposo para continuar caminando en el acto protocolario. Sin embargo, repentinamente Harry retiró su mano de manera brusca para que Meghan no pudiera cogerla. El Príncipe quiso disimular el desaire a su mujer retocándose la manga de la camisa. Pero el rechazo de la mano a Meghan no pasó ni mucho menos desapercibido para la prensa allí congregada. ¿Qué pasaba entre los esposos? ¿Por qué Harry rechazaba a meghan en un gesto tan habitual entre ellos? Los más alarmistas empezaron a hablar de enfado de Harry con Meghan, incluso de primera crisis en el matrimonio.

La realidad es mucho más prosaica. Se trata una vez más de las reglas de protocolo. Meghan al ofrecer su mano a su esposo incumplía de nuevo las normas de la Casa Real británica. El príncipe Harry se limitaba a evitar un segundo error de su esposa. En actos oficiales, como el que tenía lugar, delante de la Reina los miembros de la Familia Real no deben cogerse de la mano. A Meghan aún le queda bastante por aprender de los requisitos protocolarios. Desde saber cómo debe sentarse hasta distinguir cuándo sí puede y cuando no puede cogerle la mano al nieto de Isabel II.