No a la avena, sí a las caminatas de 10 minutos: ¿cómo Serena Williams descubrió qué es lo mejor para su cuerpo?
La estrella del tenis está haciendo un inventario de su salud dando seguimiento a su nivel de azúcar en sangre
Serena Williams es una atleta excepcional, de esas que solo aparecen una vez en una generación. Incluso después de retirarse del tenis profesional en 2022 sigue manteniéndose en sintonía con su cuerpo. "Mi cuerpo me habla de formas que no sé si el de alguien más lo hace”, le confesó a Yahoo Vida y Estilo.
No es de extrañar, ya que lo ha estado entrenando desde que se convirtió en atleta profesional con tan solo 14 años. Ahora, con 43 años, la estrella del tenis continúa priorizando su salud y bienestar, utilizando herramientas como Lingo, el monitor continuo de glucosa (MCG) de venta libre de Abbott, para comprender su cuerpo a un nivel más profundo.
Williams no tiene diabetes, pero se ha sumado a una tendencia más amplia conformada por personas no diabéticas que ahora están usando esos monitores, junto a los wearables de salud convencionales, como el Apple Watch, Whoop o un anillo Oura, para recopilar información sobre su salud. El primer MCG de venta libre, que monitoriza los niveles de glucosa, fue aprobado por la FDA en marzo de 2024 y los expertos han pronosticado un aumento de su popularidad.
Eso despertó el interés de Williams. “Siempre los veía y me preguntaba si funcionaban”, reconoció. “Tenía curiosidad por mi historial de salud y porque siempre he querido mantenerme sana, así que me preguntaba sobre los niveles de glucosa, su significado y cómo podrían afectar al cuerpo”.
Una revisión de 2022 sobre el uso de MCG entre las personas no diabéticas descubrió que algunas monitorizaban sus niveles de glucosa no solo para evitar convertirse en diabéticos o prediabéticos, sino también para mejorar su salud física y mental en general.
“Quería saber cómo iba a ayudarme en mi día a día”, comentó Williams, quien no tenía en mente ningún beneficio específico para la salud cuando se colocó por primera vez un MCG en el brazo. “Era un poco escéptica sobre los resultados, pensaba: ‘bueno, veré qué pasa’”.
Ahora está usando Lingo para comprobar cómo responde su cuerpo a la comida, el ejercicio y el estrés. Esto es lo que ha aprendido durante ese proceso.
“Todo el mundo es diferente”
Williams siempre ha entendido que la salud no es una talla única para todos, pero usar Lingo ha reforzado aún más esa idea. “Todo el mundo es diferente. Dos personas pueden comer lo mismo y tener reacciones a la glucosa completamente diferentes”, explicó.
Ha puesto a prueba esa teoría animando a sus amigos y familiares a usar Lingo. Williams también se ha sentado con su esposo, Alexis Ohanian, a disfrutar de algunas de sus comidas favoritas para ver cómo variaban sus lecturas de glucosa. “Los alimentos que influían en mi esposo de una manera, me afectaron de forma diferente, tanto en sentido positivo como negativo”, contó.
La avena era un alimento básico, pero también un desencadenante
Lo que más sorprendió a Williams fue descubrir que los alimentos comercializados como “saludables” no son universalmente beneficiosos. Desafortunadamente para ella, su desayuno infalible terminó desencadenando un pico de glucosa.
“Como mucha avena por la mañana”, dijo Williams. “Esa era mi opción todas las mañanas: avena o un batido. Pero alimentos como ese, que yo consideraba básicos, aumentaron mis niveles de glucosa. Así que tuve que replanteármelo”.
Cambiar su rutina de desayuno ha ayudado a Williams a ser más consciente de lo que come. “Antes, comía algunos alimentos pensando que eran saludables, sin darme cuenta de que provocaban bajones de energía después”, comentó.
El jarabe de arce también estaba aumentando su nivel de glucosa
El jarabe de arce, en cambio, es algo que podía haber adivinado que no le sentaba bien. “Por lo general, no me gusta el jarabe y mi cuerpo me lo decía. Luego, al ver en el Lingo cómo se disparaba la glucosa, me di cuenta de que no era de extrañar que no me gustara”, dijo Williams. “Si tengo algún tipo de aversión a algo, tal vez haya una razón que no conozco. Pero siento que con mi monitor puedo descubrir ese motivo”.
En el caso de Williams, este dispositivo fue solo otro recordatorio de que debe confiar en su cuerpo, algo que aprendió durante su carrera deportiva y sus desafíos personales en materia de salud. “Mi cuerpo me habla, literalmente. Solo tengo que escucharlo”, afirmó.
El uso de un MCG también elimina las conjeturas porque Williams puede comprobar sus niveles de glucosa después de comer.
“La comida... era algo confuso: ¿Qué es bueno? ¿Qué es malo? ¿Qué está causando estos antojos?”, compartió. “Ahora siento que entiendo exactamente cómo responde mi cuerpo a algo, ya se trate de alimentos específicos, actividades, el estrés. Literalmente, tengo una mejor relación con la comida”.
Caminar ayuda
Es posible que la 23 veces campeona individual de Grand Slam no se mueva tanto como cuando estaba en su apogeo deportivo, pero no pasa nada porque los pequeños movimientos también tienen un gran impacto en su salud.
“Algo que me pareció muy interesante es que una caminata de 10 minutos realmente puede aplanar o reducir el pico de glucosa”, comentó. “Simplemente te envía [una notificación] del tipo: ‘sal a caminar’ o ‘levántate’”.
La aplicación Lingo permite a los usuarios registrar sus comidas y actividades para darles seguimiento y detectar lo que más influye en sus niveles de glucosa. Luego sugiere estrategias para mantener un nivel de energía más estable a lo largo del día.
Williams dijo que eso ha sido de gran ayuda en la crianza de sus dos hijas, Olympia, de 7 años, y Adira, de un año. “Mejorar mis niveles de energía significa que puedo pasar más tiempo con mis hijas y jugar más con ellas. Voy a necesitar esa energía con esta pequeña de 17 meses. Está loca”, comentó.
Conocimiento es poder
Aunque Williams ha contado con la ayuda de entrenadores, nutricionistas y su instinto para tomar sus decisiones de salud y bienestar a lo largo de los años, monitorear de cerca su cuerpo le ha proporcionado un nivel de comprensión más profundo. “Me encantan los datos, sobre todo si se trata de mi cuerpo”, subrayó. “Todos queremos optimizar nuestra vida, así que cuanta más información, mejor para mí”.
Algunos expertos han advertido de que la explosión de wearables para la salud podría conducir a una cantidad de información abrumadora que luego los usuarios no saben muy bien cómo interpretar. Williams aseguró que ese no es su caso con Lingo.
“No soy muy hábil con ciertas cosas, sobre todos si son nuevas, pero me resultó muy fácil aprender. Creo que por eso me gustó más”, afirmó. “Me siento empoderada”.
Williams reconoció que algunos de los pequeños hábitos que aumentan su energía pueden parecer de sentido común, sobre todo en su caso. “Como atleta profesional, crees que ya lo sabes. Pero ojalá hubiera tenido esto cuando estaba compitiendo. Dios mío, creo que me habría ayudado mucho. Habría sido genial para mejorar aún más los resultados en la cancha”, comentó.
Escrito por Kerry Justich. Este artículo fue publicado originalmente en Yahoo Life.
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