Yahoo Estilo La teoría sobre combinar colores que debes tener en cuenta esta primavera
Seguro que tienes grabada en la memoria aquella época en la que nuestro único afán a la hora de vestirnos era encontrar la perfecta combinación entre prendas y complementos. Esa que garantizaba que el bolso y los zapatos de turno eran del mismo tono exacto para que nada chirriara en el look. Pero después de tanta meticulosidad con las gamas cromáticas hacía falta abrir un poco las miras, dejar de una vez la rigidez a un lado y apostar por la mezcla en su significado más absoluto. Esto implicaba que por fin se podían empezar a compaginar entre sí sin ningún tipo de pudor estampados, tejidos, texturas y colores completamente antagónicos.
Binomios como rojo y rosa o marrón y negro pasaron de estar prohibidos a ser aprobados con nota por las prescriptoras de moda y, aunque de primeras nos costó entrar en el juego, finalmente no pudimos resistirnos después de comprobar los buenos resultados que se podían obtener cuando se daba tanto pie a la fantasía.
Y ahora que por fin estábamos ya acostumbradas a esto del "todo vale", van las reinas del street style y nos anuncian que toca volver a ponerse las pilas para hilar muy fino con los colores.
Efectivamente la nueva corriente es centrarnos de nuevo en coordinar los accesorios con las prendas que llevemos. Asegurarse de que los colores elegidos empasten bien y dejar que sean dúos y no tríos los que sirvan de eje. Blanco y negro, azul y gris, marrón y beige... binomios clásicos de los que sabes no vas a arrepentirte.
Lo que sí hay es varias fórmulas para hacerlo. Puede ser que simplemente zapatos y bolsos vayan a dúo como contraste al resto del estilismo o que estos coincidan a su vez con otros elementos como un vestido, un jersey o unos pantalones y hacer así un total look en su versión canónica. Lo mejor, como siempre, es empezar poco a poco metiendo uno o como mucho dos elementos de color para romper –esta es la manera en la que más vas a encontrarlo en las redes sociales–, y después ir tomándose más licencias.
Lo que sí es importante tener claro es que todo tiene que ser con tonalidades muy vivas. Quizá esto tenga que ver con el concepto de "moda dopamina" del que puede que hayas escuchado hablar en los últimos tiempos. A la dopamina se la conoce como la "hormona de la felicidad" y es por esto que se ha bautizado así a la tendencia que pasa por vestirse pensando en que la ropa sirva de inyección de energía a nuestro estado de ánimo. Su intención es que la elección de colores vibrantes y poderosos se traduzca en alegría y motivación, de ahí que parta de la base de incitarnos a crear estilismos que repercutan directamente en nuestro bienestar.
Y en esto tiene mucho que decir la armonía cromática porque ya se sabe la importancia que el orden y el equilibrio tienen a la hora de hacernos sentir más tranquilos, más realizados y, por tanto, más felices.
Es posible que parte de la creatividad que habíamos desarrollado en los últimos años delante del armario se quede por el camino con esta tendencia que pide paso, pero lo que está claro es que esta dimensión es mucho más sencilla y realista para nuestro día a día como para renunciar a ella tan fácilmente.
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