Yahoo Estilo Sharon Stone lamenta el olvido de Hollywood tras el derrame cerebral: "Fui una gran estrella de cine"
El vengador del futuro, Bajos instintos o Casino son películas que no solo comparten a Sharon Stone como denominador común, sino que son los primeros títulos que generalmente recordamos al pensar en ella. Porque a pesar de haberse mantenido en activo a lo largo de las últimas décadas, la carrera de la actriz ya no es lo que era. Y ella misma lo reconoce, lamentando el olvido de Hollywood desde el derrame cerebral que sufrió en 2001.
La hemorragia provocada por un aneurisma fue tan grave que, al llegar al hospital, un médico le confirmó que estaba muriendo. Pero logró sobrevivir contra todo pronóstico. Tenía 43 años. Justo cuando estaba cosechando los frutos del trabajo sembrado en las décadas anteriores, reconocida como sex-symbol, como mujer desafiante e inteligente en Hollywood. Como actriz nominada al Oscar. Sin embargo, a pesar del “infierno” vivido durante su recuperación, al volver se encontró con una industria que olvidó guardarle la silla que había ganado.
“Me recuperé durante siete años y no tuve trabajos desde entonces”, dijo mientras presentaba el almuerzo Raising Our Voices de THR (vía DailyMail). “Cuando sucedió, no quería decirle a nadie porque sabes que si algo va mal contigo, estás fuera. [Pero] Algo salió mal conmigo, he estado fuera durante 20 años. No he tenido trabajos. Fui una gran estrella de cine en un momento de mi vida”.
En realidad, Sharon Stone tuvo trabajos desde entonces pero, efectivamente, transmiten esa misma sensación de olvido porque fueron muy diferentes a los que venía haciendo antes del derrame cerebral. Porque durante los años 90 era partenaire femenina en películas de alto presupuesto (como El último gran héroe), hizo historia liderando un género tan masculino como el western (Rápida y mortal) y era la reina de los thrillers eróticos. Fue musa de Martin Scorsese (Casino) y era protagonista absoluta en diferentes géneros y producciones. Sin embargo, tras vivir la experiencia cercana a la muerte, se alejó del cine durante dos años para regresar convertida en actriz secundaria o protagonizando fracasos irrelevantes. Como fue el caso de Catwoman o Bajos Instintos 2, mientras encontraba refugio artístico en el cine independiente de vez en cuando.
Ni la película coral de Steven Soderbergh para Netflix, La lavandería (2019), la colocó en el mapa de la conversación moderna. Ni tampoco su salto al mundo de las series con apariciones en La ley y el orden (2010), The New Pope (2020) o Ratched (2020). Si surge en la conversación actual es a raíz de anécdotas, sus películas pasadas o sus espectaculares desfiles por alfombras rojas.
Por eso las palabras de Sharon Stone transmiten el dolor de una actriz que vio cómo su tragedia personal derivó en el despojo de su estatus profesional dentro de Hollywood. "Rompí muchos techos de cristal", dijo sobre su lucha en el negocio. “Y quiero decirles que me dolió. Me dolió que me pagaran. Me dolió luchar contra los jefes de estudio. Me dolió establecer límites: límites sobre quién podía entrar en mi camerino y quién podía salir; límites sobre el hecho de que no quería firmar mi contrato en mi tráiler de maquillaje el día que comenzaba un show”.
A su vez, dejaba entrever cómo el haberse defendido dentro de la industria le habría “causado muchos problemas en el negocio”. Un comentario que me remonta a sus críticas contra Paul Verhoeven, asegurando que la engañó durante la famosa escena del cruce de piernas en Bajos Instintos. Por ejemplo, explicó en su libro que el director le pidió que se quitara la ropa interior porque reflejaba la luz, confirmándole que sus genitales no se verían en la cámara. Pero, al ver la secuencia por primera vez, la actriz reacción, lo abofeteó y se marchó para llamar a su abogado. Verhoeven negó la acusación (Fuente: Newsweek).
Pero volviendo al olvido. Si analizamos sus palabras y observamos su filmografía, podemos reconocer que su fama actual se debe a su legado, al merecido lugar que ocupa como parte de la historia del cine moderno. Y no a sus trabajos más recientes. Porque, a sus 65 años y tras el susto más grande se su vida, quedó relegada.
El sangrado provocado por un aneurisma en 2001 duró nueve días pero Sharon Stone sobrevivió, enfrentándose a una difícil recuperación que ella misma definió como “un infierno”. Se tomó dos años para centrarse en la rehabilitación aunque, en realidad, la recuperación total le llevó siete. Y en el proceso lo perdió todo.
“Tuve que volver a hipotecar mi casa. Perdí todo lo que tenía. Perdí mi lugar en el negocio. Era como la estrella de cine más popular, ¿sabes?, dijo a Variety en 2019. "Era como si Lady Diana y yo fuéramos tan famosas, y ella murió y yo tuve un derrame cerebral. Y nos olvidaron". Y, según su experiencia, tuvo que lidiar con personas que fueron “brutalmente crueles” durante su recuperación. “Desde otras mujeres en mi propio negocio hasta la jueza que manejó mi caso de custodia (sobre mi hijo). No creo que nadie comprenda lo peligroso que es un derrame cerebral para las mujeres y lo que se necesita para recuperarse”.
Sharon Stone se recuperó físicamente pero las heridas profesionales quedaron abiertas. Sinceramente, resulta difícil comprender por qué. ¿Qué llevó a Hollywood a olvidar el lugar que había conseguido antes del derrame cerebral? ¿Habrá sido por los prejuicios en torno al edadismo del negocio que sufrieron las mujeres durante décadas? ¿O una consecuencia de su feroz lucha en el pasado frente a los hombres del negocio? ¿O debemos pensar que Hollywood ha sido tan cruel como para desterrarla como estrella por haber sufrido un traspiés personal? Porque, en resumen, es verdad que su carrera ya no es la misma y cuesta entender el motivo.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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