Prepara una mesa italiana y haz pasta fresca con esta receta

Sin duda la comida italiana tiene una trascendencia importantísima en el mundo; el placer de comer una buena pizza o pasta fresca nos trasladan con su gastronomía a la bota europea. La comida italiana es de tanta calidad y tradición que tienen denominaciones de origen como el queso parmesano y reconocimientos de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad con la pizza napolitana. Es normal que al pensar en Italia tengamos algunas ideas de lo que se come pero lo cierto es que su gastronomía es mucho más que pizza y pasta aunque definitivamente son de nuestros consentidos. Va desde las influencias de sus vecinos del norte hasta la cocina mediterránea al sur.

La auténtica mesa italiana

Es más común de lo que parece que en México se consuman productos que supuestamente están asociados a lo italiano sin que de verdad tengan esas raíces. Para evitar esto el primer paso es tener productos de origen en casa.

festival cocina italiana
festival cocina italiana

Pasta con camarones, salsa boloñesa y queso parmesano. Tradicional en la comida italiana.

The Extraordinary Italian Taste es una estrategia para que lleguen hasta nuestro país productos de todas las regiones de Italia y de esta manera poder conocer los sabores de este país europeo. Una gran idea tomando en cuenta que durante estos meses será difícil hacer un viaje para conocer por nuestros propios ojos toda su cultura gastronómica de la mano de los expertos.

Receta

Ingredientes

  • 250 gramos de harina de trigo regular

  • 250 gramos de farina o harina doble cero*

  • 15 yemas de huevo

  • Aceite de oliva extra virgen

  • Vino blanco

o

  • 250 gramos de harina de trigo regular

  • 250 gramos de farina o harina doble cero*

  • 10 huevos completos (claras y yemas)

  • Aceite de oliva extra virgen

  • Vino blanco

Procedimiento

  1. En una superficie de madera, integrar las dos harinas.

  2. Luego hacer una especie de volcán en el centro de las harinas y vaciar las yemas de huevo en el centro.

  3. Pinchar con los dedos las yemas para que se rompan.

  4. Integrar poco a poco las yemas con la harina. De cuando en cuando ir añadiendo el aceite y el vino a la mezcla.

  5. Seguir integrando con las manos hasta que se forme una masa. En cuanto la masa comience a sentirse seca, añadir un poco más de aceite y de vino.

  6. Cuando la masa esté perfectamente bien integrada, forrar con film y dejar reposar unas 4 horas. Esto hará que la masa se hidrate y se suavice para poder trabajarla mejor.

  7. Estirar y cortar al gusto.