Método karezza: la práctica que promete mejores relaciones sexuales sin necesidad de llegar clímax

Dando prioridad al juego previo, el método karezza es recomendado para refrescar la vida sexual de las parejas estables
Dando prioridad al juego previo, el método karezza es recomendado para refrescar la vida sexual de las parejas estables

Digámoslo sin anestesia. Se la ha impuesto gran importancia al orgasmo como fin único del disfrute de las relaciones sexuales. Y atada a esta gran responsabilidad, está la presión de conseguirlo siempre, a toda costa, como culminación de un buen encuentro. Si no se logra, hay un problema, algo anda mal. Pero para el método karezza el placer no tiene que, necesariamente, sujetarse a ese objetivo.

Ya hemos leído y escuchado a muchos especialistas que cada persona debe tener su manera de vivir y disfrutar el sexo sin imposiciones. Esto quiere decir que no hay nada obligatorio, ni coito, ni orgasmo, sino que la intimidad puede disfrutarse con distintos matices. El método Karezza es una de esas propuestas que prometen no solamente un enfoque diferente del sexo, sino mejorar su calidad, pero aunque hoy está concentrando mucho interés, existe hace más de cien años.

“Karezza significa ‘expresar afecto tanto en palabras como en acciones’, y si bien denota apropiadamente la unión que es el resultado del afecto humano más profundo, la consumación del amor, se usa técnicamente (…) para designar una relación sexual controlada… Personas casadas inteligentes, que posean metas elevadas en la vida y deseen el crecimiento espiritual y desarrollo, tienen en su poder acordar sus relaciones maritales como para dar un ímpetu indecible a todas sus facultades. Este se da a través del acto de la cópula cuando es el resultado de las expresiones del amor, y al mismo tiempo está completamente bajo el control de la voluntad”. Así lo describe Alice Bunker Stockham, médico estadounidense nacida en 1833 y a quien se le adjudica haber acuñado el término con su libro Karezza: Ethics of Marriage.

En palabras cotidianas y actuales, según el psicólogo Mario Arrimada, este método tiene como objetivo principal “la estimulación mutua entre dos personas de forma relajada con el fin de prolongar el placer, sin tratar de llegar al orgasmo”. De esta manera, no solamente se incentiva el disfrute, la creatividad sino que se refuerzan los vínculos afectivos de una pareja.

La palabra, karezza, proviene de carezza, caricia, en italiano y es que este es uno de los focos primordiales del método, la estimulación manual que necesariamente debe ser mutua, y el énfasis en este detalle de la reciprocidad, es uno de los aspectos más valiosos de esta propuesta, y es que Bunker Stockham se dedicó, entre otras cosas, a difundir que en las relaciones sexuales, no solo el hombre tenía derecho a sentir placer, sino también la mujer, con lo cual fue pionera en defender la satisfacción sexual sin distinción de género.

El método karezza prioriza la seducción, la sensualidad, besos, abrazos, y todo lo que involucre el tacto,  por encima del coito y el orgasmo. (Getty Creative)
El método karezza prioriza la seducción, la sensualidad, besos, abrazos, y todo lo que involucre el tacto, por encima del coito y el orgasmo. (Getty Creative)

El orgasmo no es prioridad

Para este método, el orgasmo queda desplazado en importancia. No es el objetivo final de la relación sexual (además de la reproducción, para quien así lo conciba) sino sentir todo lo que sea posible controlando los niveles de excitación.

En este caso, las caricias y los besos son los principales protagonistas de la escena íntima, así como también son muy importantes los susurros y las miradas. Es como concentrarse en sentir al máximo y con total consciencia cada acción.

Adicionalmente, al no existir la presión hacia el logro del orgasmo, se supone que todo debe transcurrir con menos ansiedad, incentivando la intimidad, el desarrollo de la creatividad y las fantasías, y el conocimiento mutuo. De hecho, es como si el famoso juego previo fuese el objetivo del encuentro, de manera que no puede durar unos minutos, sino ser el centro de acción, y si se quiere proseguir hasta llegar al éxtasis también es válido.

El método karezza prioriza la seducción, la sensualidad, besos, abrazos, todo lo que involucre el tacto, incluyendo sexo oral, por encima del coito, lo cual amerita tiempo y dedicación. Es por esto que se recomienda comunicación oportuna para que ambos estén en la misma página y tengan el mismo objetivo: sentir placer en todo el cuerpo con tranquilidad y sin apuros.

Para comenzar a practicarlo, es recomendable tener paciencia, quizás las primeras veces la comunicación táctil y visual prolongada sea un poco rara, pero poco a poco podrán irse liberando de paradigmas.

Disfrutar del tacto en cada zona del cuerpo es primordial en este método descrito por primera vez a finales del siglo XIX. (Getty Creative)
Disfrutar del tacto en cada zona del cuerpo es primordial en este método descrito por primera vez a finales del siglo XIX. (Getty Creative)

Bailar desnudos, hacerse masajes mutuos y comenzar tomándose de las manos para ir lentamente hacia el resto del cuerpo sin apuro, son buenos puntos de partida.

Ventajas de este método

Las ventajas de este planteamiento son, en primer lugar, incrementar la calidad de los encuentros puesto que no solamente se busca el placer físico, sino también una conexión consciente de todos los sentidos, logrando un acercamiento profundo y satisfactorio en la pareja. Además:

El fin de la rutina: Las parejas que hacen el amor mecánicamente, buscando satisfacción rápida o cumplir con el deber de pareja a través del coito, pueden relajarse y despertar la relación amorosa, programándose para lograr mejores encuentros sexuales.

Bienestar físico y mental: hacer el amor aumenta los niveles de oxitocina, lo cual brinda sensaciones de bienestar y alegría, así como de aumento de energía. Esto es absolutamente positivo. Además, este método ayuda a liberarse de la presión de fallar o no en la culminación del sexo, teniendo o no orgasmos, o incluso ante la posibilidad de disfunciones. Es disfrutar del momento con total libertad porque no hay presiones.

La única desventaja, si es que debemos nombrar alguna, sería para parejas que no tienen mucho camino recorrido en su unión, puesto que la conexión profunda y el reencuentro son parte de los objetivos de este método que enriquece el afecto y no busca el orgasmo como sinónimo de placer.

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