Lolita Ayala, la conductora que creyeron acabada y se volvió un ícono de moda

La imagen era clásica en las televisiones mexicanas. Llegaste a casa después de la escuela, te disponías a comer y, como en la rutina más monótona que se pueda imaginar, aparecía ella: Lolita Ayala. Al escucharla dar las noticias más importantes del día, que en realidad era un día en desarrollo, daba la impresión de que toda la vida había estado allí y que toda la vida estaría en ese mismo sitio. Pero un eso día se acabó.

Y, debemos reconocer, muchos volvimos a saber de ella justamente porque llegaba el fin de su etapa en Televisa. ¿Le perdimos la pista? No exactamente. Siempre supimos que seguía en el mismo lugar donde la habíamos encontrado cientos de tardes. El 16 de agosto su faceta como presentadora del noticiera vespertino del Canal 2 llegó a su fin. La valoración fue unánime: se ha quedado desfasada. Decían, decíamos, que a Lolita la había rebasado la modernidad tecnológica. El eterno ciclo: renovarse o morir.

En los años recientes, Lolita había estado cerca de esa modernidad únicamente de un modo: gracias a su video viral en el que su voz se distorsiona por una mala carraspada. Los chascarrillos de la época hablaban de que parecía poseída por un demonio. Pues bueno: han pasado seis años desde que dejó de estar en el lugar que le pertenecía para siempre y, podemos decirlo, Lolita Ayala se encuentra más vigente que nunca. Nos ha dado una bofetada a todos y su fotografía con Jamie Lee Curtis, megaestrella de Hollywood, es tan solo la evidencia más inmediata. Para todo tiene una sorpresa: por ejemplo, el año pasado convirtió aquel video de la posesión demoniaca en una campaña comercial para las pastillas Halls. También ha colaborado con KFC y Netflix.

Previamente en 2020, Lolita lanzó su tienda de ropa, que sido un auténtica sensación entre el público joven. Los diseños juegan con diversas características de Lolita, particularmente con la clásica rosa que la acompañaba siempre en sus programas —ella ha afirmado que fueron unas 7 mil rosas las que se vieron en TV durante 45 años—. El fin de esa comercialización es apoyar a su fundación, Sólo por Ayudar, que nació en 1985 tras el terremoto que devastó a la Ciudad de México. El anuncio de su playera Phil Barrera fue todo un fenómeno en redes sociales a finales de 2020. Desde entonces, Ayala parece vivir el momento de mayor popularidad de su carrera. Lo hizo: se renovó y tapó miles de bocas.

La ironía en todo su esplendor: han buscado a Lolita Ayala para que regrese a lo que hizo durante casi toda su vida. Ella ya no quiere y así lo dejó claro hace dos años: "Me hablaron para regresar a un noticiera, pero después de 45 años ya no quise un noticiero diario. Prefiero un programa sabatino. Me encantaría, por ejemplo, un programa donde solo haya cosas bonitas. La humanidad hace cosas horribles, pero también cosas bellas", dijo la conductora en declaraciones para Ventaneando.

El plan de Lolita se cumplió en la televisión mexiquense, donde presenta dos cápsulas semanales precisamente dando cuenta de buenas noticias. Han quedado atrás los días de rutina, de estudio todos los días, y repaso de noticias. Lolita Ayala vive y disfruta una realidad que ella misma construyo al configurar momentos embarazosos y convertirlos en una etiqueta de moda que causa revuelo entre personas que ya nunca la verá llegando de la escuela. ¿Y quién puede decir que esto ha sido todo? ¿Alguien se atreve a anticipar su siguiente paso o la lección quedó aprendida? La certeza verdadera es que ella nos seguirá contradiciendo una y otra vez en bucle.

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