Las alteraciones en la vejiga que avisan del cáncer

El cáncer de vejiga es poco conocido pero está considerado uno de los tumores malignos más comunes del sistema urinario. Una combinación de síntomas relacionados con la micción pueden ser un indicio. (Foto: Getty)
El cáncer de vejiga es poco conocido pero está considerado uno de los tumores malignos más comunes del sistema urinario. Una combinación de síntomas relacionados con la micción pueden ser un indicio. (Foto: Getty)

Tras el fallecimiento del periodista Jesús Mariñas por un cáncer de vejiga, considerado uno de los tumores malignos más comunes del sistema urinario recordamos, sus compañeros de profesión no han parado de recordar las anécdotas y la personalidad arrolladora de este periodista de raza, todoterreno y pionero de la crónica social.

Mariñas padecía un cáncer de vejiga desde octubre de 2021 y, tras un empeoramiento en su estado de salud (llevaba más de un mes ingresado en un centro hospitalario) que no ha podido superar ha fallecido este martes a los 79 años de edad.

El cáncer de vejiga o vesical es un tumor de alto riesgo, pero curable si se trata de manera precoz. Según publica la Clínica Universidad de Navarra (CUN): En los tumores superficiales el pronóstico es bueno, del 70-80 por ciento de supervivencia en 5 años, y la supervivencia global de los tumores profundos es del 40-60 por ciento en 5 años.

A veces, se puede encontrar el cáncer vejiga en sus comienzos, cuando es pequeño y no se ha propagado fuera de la vejiga. La detección temprana mejora las probabilidades de que el tratamiento sea eficaz.

Los principales signos de cáncer de vejiga son: problemas para orinar, dolor al orinar, necesidad de orinar más a menudo de lo normal y sangre en la orina. Si cualquiera de estas 'alteraciones' es una constante en tu día a día, no deberías tardar en pedir cita con el especialista.

Por ejemplo, en circunstancias normales solemos orinar una vez cada dos o cuatro horas durante el día, y tardamos unos 20 segundos si la vejiga está llena. Si orinas durante menos tiempo o más, puede significar que vas al baño con demasiada frecuencia o con poca frecuencia.

No es una cuestión baladí puesto que los cambios o alteraciones en la micción -tanto en la cantidad como en la frecuencia y el color la orina- pueden indicar problemas de salud importantes como tumores o cálculos que causan dolor o ardor al orinar.

Así que cuidado con ignorar esa sensación de que necesitas orinar inmediatamente, incluso cuando la vejiga no está llena. Lo mismo pasa si el flujo es demasiado débil o si tienes que levantarte para orinar muchas veces durante la noche. A algunas personas les puede resultar difícil hablar de esto con el médico, pero son cuestiones importantes que hay que tratar con naturalidad.

Una de las causas de esta condición son los cálculos o tumores en la vejiga que en un primer momento pueden causar dolor o ardor al orinar, pero también provoca una necesidad frecuente y muy urgente de orinar (incluso cuando tu vejiga no está llena).

También puede hacer que la orina parezca de color rojo brillante o marrón, aunque a veces se ve normal y se detecta sangre en un análisis de laboratorio.

No obstante, hay que tener en cuenta que no siempre estos síntomas responden a un cáncer de vejiga; pueden ser consecuencia de una infección del tracto urinario, una vejiga hiperactiva o una próstata agrandada. 

Además, existen otros factores que pueden afectar a tu vejiga, cosas como la cantidad de actividad física que realizas, la ingesta general de líquidos e incluso el clima. Y si estás pensando en la edad como un factor determinante, ¡ojo! La vejiga hiperactiva (VH) no es poco común en los adultos mayores, pero no forma parte del proceso normal de envejecimiento. Es cierto que a medida que envejecemos, nuestras vejigas se vuelven desafiantes y comienzan a querer dominar al cerebro, causando contracciones o espasmosen momentos en que no es 'socialmente aceptable'.

En el caso de las mujeres, el embarazo y el parto, así como los niveles más bajos de estrógeno después de la menopausia, pueden contribuir a la vejiga hiperactiva (VH). Pero aunque la VH es más común con la edad, no debe considerarse una parte normal del envejecimiento.

Por otro lado, existen otras afecciones que pueden contribuir a causar estos signos y síntomas en la vejiga como trastornos neurológicos (accidente cerebrovascular y esclerosis múltiple, diabetes, infecciones de las vías urinarias, que pueden causar síntomas similares a los de una vejiga hiperactiva, cambios hormonales durante la menopausia en las mujeres, y factores que obstruyen la salida de la vejiga como un agrandamiento de la próstata, estreñimiento u operaciones anteriores para tratar otros tipos de incontinencia.

Por todo esto, los médicos nos animan a superar esa vergüenza o pudor que muchas personas todavía sienten al hablar de estos síntomas urinarios, y señalan la importancia de ir a consulta si te resultan preocupantes o alteran tu vida.

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