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Estrenos de teatro. Azul y la Navidad, el retrato de la sociedad ante las personas transexuales

Carolina Unrein, en Azul y la Navidad
Carolina Unrein, en Azul y la Navidad

Dramaturgia y dirección: Lorena Romanin. Intérpretes: Eugenia Guerty, Mayra Homar, Pablo Finamore, Guido Botto Fiora, Marco Gianoli, Mauro Cappellacci, Luciana Grasso y Carolina Unrein. Escenografía y vestuario: Gabriella Gerdelics. Sala: El Galpón de Guevara, Guevara 326. Funciones: lunes, a las 20. Duración: 60 minutos.

Hogar en ciudad provinciana, vísperas de Navidad. Nerviosismo por la inminente visita de familiares cercanos, pero alejados por circunstancias diversas. El cuadro inicial pone en juego latencias que permanecen soterradas en tiempos “normales“. Asoman en algunos personajes rasgos fuertemente implantados de la cultura patriarcal, también en sus variantes femeninas, a la vez que surgen nuevas formas de ser y relacionarse.

Dos hermanas –una que llega con su hija Azul y la otra, que las recibe con marido y dos hijos varones– se vieron separadas por antiguas diferencias cuando Azul aún era Juan Cruz. Un primer intento de producir el encuentro con un trato “políticamente correcto“ de la transformación de Azul naufraga estrepitosamente. De ahí en más, cada personaje buscará cómo reubicarse. O no.

Una mesa plena de conflictos, en Azul y la Navidad
Una mesa plena de conflictos, en Azul y la Navidad - Créditos: @Irish Suárez

Lorena Romanin (Como si pasara un tren, Ana y Wiwi, Yo me quería morir antes que vos) plantea en dramaturgia y puesta en escena de Azul y la Navidad una tensión feroz entre un pasado que resiste y elecciones de vida emergentes. Pero lo hace desde el humor que pone en evidencia el absurdo de cierto “sentido común“, muy común por cierto . Ejerce con tono amable, pero implacable, un costumbrismo del siglo XXI, que refleja los puntos de fricción entre modos de vida de dos épocas que conviven en un mismo tiempo.

Escenografía y el vestuario se tiñen de todos los matices azulados, Gabriella Gerdelics sabe generar una interacción fuerte entre estos elementos visuales y la trama que desarrollan los personajes .

Un elenco en el que no hay papeles secundarios rota en el protagonismo, desde la dupla de hermanas en tensión creciente que interpretan Mayra Homar y Marcela Guerty y la de los disímiles hermanos –Guido Botto Fiora y en la función vista por este cronista: Mauro Cappellacci– que confrontan, hasta el padre casi torpemente retrógrado de Pablo Finamore y la novia de uno de los hijos torpemente progre a cargo de Luciana Grasso. Todos en torno a la figura de Azul, personaje central que arma Carolina Unrein con gran precisión para permitir que los demás suelten la cadena de sus limitaciones y, en algún caso, sus potencialidades para una vida más plena.