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Desmontando el último escándalo racista en la monarquía británica

Lady Sussan Hussey credit:Bang Showbiz
Lady Sussan Hussey credit:Bang Showbiz

La monarquía británica vuelve a enfrentarse a una polémica muy delicada que reaviva las acusaciones que realizó en su día la duquesa de Sussex. La esposa del príncipe Harry aseguró en su entrevista con Oprah que se había especulado acerca del color de piel que heredarían sus hijos, debido a su propia ascendencia afroamericana, y lo asoció directamente con la decisión de no otorgar a su primogénito el título de príncipe, aunque en realidad esa es una cuestión de protocolo.

Su cuñado el príncipe Guillermo respondió sin ocultar su enfado para afirmar que la suya no es una familia racista, pero un miembro de su entorno le ha puesto ahora en una situación comprometida.

Se trata de lady Susan Hussey, antigua dama de compañía y confidente de la reina Isabel II y hasta hace unas horas asistente también de la nueva reina Camila. El escándalo se debe al comportamiento que Lady Susan habría desplegado durante un evento celebrado el pasado viernes en el palacio de Buckingham para apoyar la lucha contra la violencia de género.

Ngozi Fulani era una de las invitadas en calidad de fundadora de la organización benéfica Sistah Space, que apoya y asesora a las empleadas domésticas con raíces africanas que han sufrido abusos en el lugar de trabajo.

Según Fulani, durante la breve conversación que mantuvo con Lady Susan, esta última le preguntó en varias ocasiones de dónde era incluso después de que ella le explicara que había nacido en Reino Unido, y continuó insistiendo machaconamente en que llegarían al fondo de la cuestión a pesar de que su interlocutora le había repetido varias veces que es británica y del barrio londinense de Hackney.

La interacción entre ambas ha sido compartida por la propia Ngozi Fulani y ha provocado que Lady Susan renuncie a su cargo en la casa real por medio de un comunicado público difundido por el palacio de Buckinghan, en el que también ha ofrecido sus disculpas. El problema es que en ese mismo mensaje también se añadía que se habían puesto en contacto con Fulani para que "compartiera en persona todos los detalles de su experiencia si así lo deseaba". Sin embargo, ella sostiene -en declaraciones a la periodista Nadine White- que nadie la ha llamado n¡ escrito, así que al equipo de comunicación de Buckingham no le ha quedado más remedio que aclarar que en realidad han tratado con una de las organizaciones con las que ella colabora.

Entre medias, desde la residencia oficial del monarca han insistido en que todos sus empleados han recibido un recordatorio de que no se tolerará ningún tipo de discriminación y que su política laboral se basa en la aceptación y la diversidad.

Da la casualidad de que Lady Susan es también una de las madrinas del príncipe Guillermo, así que él también ha reaccionado a la noticia para reconocer que los comentarios realizados por la octogenaria son "inaceptables" y que lo correcto era que haya renunciado a su puesto.