Alejandro Marcovich y la grave acusación de violencia familiar que ha destapado la periodista Lydia Cacho

MEXICO CITY, MEXICO - MAY 26:  Guitarrist Alejandro Marcovich and singer Saul Hernandez of Caifanes perform during the Wirikuta Fest 2012 at Foro Sol on May 26, 2012 in Mexico City, Mexico.  (Photo by Victor Chavez/WireImage)
El guitarrista Alejandro Marcovich y el cantante Saúl Hernández en el Wirikuta Fest 2012 (Foto: Víctor Chávez/WireImage).

La historia musical de Alejandro Marcovich es por demás prolífica desde sus álbumes en solitario, su participación en el grupo de culto Las insólitas imágenes de Aurora y por ser el guitarrista principal en Caifanes, la mítica banda mexicana. Sobre él también se dice que tiene un carácter un tanto soberbio y explosivo del que se le exculpa por "su inigualable talento".

Pero esta leyenda del rock en español tiene desde hace un par de años una orden pública de alejamiento de su esposa e hijos, tras ser evaluado como un peligro por su "alto riesgo de violencia feminicida" y violencias que ejerció contra ellos casi toda su vida.

Lydia Cacho, periodista y fundadora del Centro Integral de Atención a las Mujeres (CIAM) en Cancún, México, donde se brinda apoyo a las víctimas de violencia de género y abuso sexual, ha revelado con autorización de las víctimas (Gabriela) la serie de abusos, entre ellos violencia física, psicológica, sexual y patrimonial, que denunciaron por primera vez ante las autoridades en 2014.

En "Crueldad y fama", la articulista de Opinión 51 describe actos públicos de los que Marvovich ha hablado públicamente, como el cáncer de próstata que padece, y cuestiona cómo ha usado esa imagen para violentar a su entorno.

"Si un hombre está hospitalizado por cáncer de próstata ¿le perdonarías que haya intentado ahorcar a su hija? A este hombre nacido en Argentina en 1960 que se volvió famoso como cofundador de bandas musicales ¿le perdonarías que haya intentado matar a su esposa y la haya tirado desnuda a la calle para darle una lección?, ¿le perdonarías que haya ejercido tal violencia contra su hijo que creció aterrado de que papá volviese a casa?".

No solo han sido ellos. También suma el testimonio de una estudiante de entonces 17 años a la que acosó o de otros jóvenes a los golpeó presuntamente bajo la influencia de drogas —aunque él mismo negó en su autobiografía ser consumidor— pero que jamás se atrevieron a denunciarlo. "Su familia vivía aterrorizada, mientras los amigos del medio musical le decían a la señora Marcovich 'le vas a destruir la carrera, pobre, ya sabes que es así de loco, es un artista'".

"Como muchos famosos, Marcovich utilizó influencias y actos de corrupción para destruir a su propia familia y protegerse de la justicia", denuncia Cacho.

Su poder no se limitaría a la acción legal, sino también para lograr que sus fans callen a su familia. "Cada vez que ellas pedían ayuda, Alejandro Marcovich salía en su cuenta de twitter a arengar a sus fans para que atacasen a su propia hija, a su esposa, a su hijo. El victimario famoso juega a ser la víctima y habría que preguntarse el papel que juega la fama para que un agresor como él siga protegido por sus fans".

Cacho también menciona que el guitarrista habría cometido actos racistas contra el personal médico que lo atiende en el Hospital de Cancerología en Ciudad de México. Cuenta que en una visita de su hija vio cómo insultaba a las enfermeras y en un intento de calmarlo, fue víctima de lo mismo, "tú eres una mexicana de mierda" y arremetió contra todos "los mexicanos no saben ni leer".

La columna de Cacho ha generado reacciones, varias de ellas defendiendo al músico.

"¿Vamos a pedir cartas de antecedentes para saber si puedo admirar música? Si es culpable, que pague. Pero yo escucharé música de quien quiera sin importar su expediente", "para mí,el arte se separa del autor. De otro modo absolutamente toda obra sería cancelada,pues ningún artista ha sido santo (ni antes, ni ahora)", "solo mencionaré que la música nada tiene que ver con la persona, son dos ámbitos diferentes, no confundan", son algunas de las respuestas.

La familia está resguardada por el Código Águila, es decir, la policía les cuida 24 horas al día entendiendo la peligrosidad y poder del agresor.

El amor-odio con Saúl Hernández

En 1982 los adolescentes Saúl Hernández, Alejandro Marcovich y Alfonso André forman el grupo Las insólitas imágenes de Aurora, agrupación que sobrevivió cuatro años y que concluyó por presuntos conflictos de Hernández y Marcovich porque el primero no soportaba la presión del argentino para ser más comprometidos con el grupo, y el segundo también pedía que invirtieran más dinero y se involucraran en labores ejecutivas. Fue un "choque de personalidades", dijo el guitarrista en su autobiografía Vida y música de Alejandro Marcovich. Memorias de un genio del rock en español.

En 1987 nació Caifanes con Hernández, Sabo Romo, Diego Herrera, Juan Carlos Novelo, este último no duraría mucho tiempo y en su lugar llegó André; dos años después Marcovich se sumóa la agrupación.

Juntos lograron tres de los grandes discos más importantes del rock en español: El diablito (1990); El silencio (1992) y El nervio del volcán (1994), aunque para este último ya solo eran Saúl, Alfonso y Alejandro.

Entonces las diferencias creativas y personales entre el vocalista Hernández y el guitarrista Marcovich cada vez eran de dominio público. La primera de ellas fue en la grabación del unplugged para MTV en 1994, un evento que el primero calificó como angustioso.

Otra muestra ocurrió en una entrevista para el mismo canal donde Saúl confesó que tras más de una década de conocerse, ya no existía armonía "nos caíamos bien, no tratemos de rebuscar actitudes para mantener el negocio bien. De repente quizás, cuando estamos realmente juntos hay una honestidad muy visceral y explota en el escenario".

Fue en 1995 cuando vino la separación. Las primeras versiones afirmaban que el argentino junto con el baterista André habían registrado el nombre de Caifanes sin la consideración de Saúl, algo que, aseguran, lo enojó y dio por terminada la banda. El pleito con André no duró mucho tiempo porque después formaron otra banda, Jaguares.

Tras varios dimes y diretes y hasta conflictos (como el día que Saúl presuntamente ordenó sacar a Alejandro de un festival o no tocaría, y el cual terminó en pelea entre su excompañero y la seguridad del recinto, o el día que se se abofetearon), fue en 2010 cuando ambos músicos se reconciliaron y anunciaron que para el Vive Latino de 2011 volverían a estar juntos, con todos los integrantes originales y hasta realizarían gira.

La hermandad duró menos de lo esperado y volvieron a separarse por presuntos temas personales del argentino. Y desde entonces, no han vuelto a hablarse pero se han dedicado algunos tuits y entrevistas acusándose uno al otro de la ruptura final.

Marcovich confirmó en abril de 2022 su diagnóstico por cáncer de próstata del que no ha abundado mucho. Ha hecho alguna presentaciones como solista, una de las últimas ocurrió en mayo pasado en el Festival de Arte Urbano 2023 y colaboraciones con Los Mirlos cuya producción salió a principios de junio.

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