Ailén Bechara mostró su cuerpo sin filtros: “Tengo celulitis y panza”

Ailén Bechara mostró su cuerpo al natural, sin poses ni filtros, y mostró su celulitis
Instagram: @ailen_bechara

Ailén Bechara sorprendió a sus seguidores con un video publicado en sus historias de Instagram, recién llegada de entrenar en el gimnasio. La modelo se mostró al natural frente al espejo, y remarcó lo que antes consideraba “defectos” de su cuerpo: “Tengo panza y celulitis”. Luego de la reflexión, motivó a sus seguidoras a “liberarse” de la mirada ajena y ser felices con sus curvas.

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La modelo lució un top deportivo con calzas a juego y señaló: “Acá estoy, hoy fui a entrenar, y esta es mi panza; sí, tengo abdominales porque hago ejercicio, pero no es una panza de una supermodelo”. Después agregó: “Las selfies me las saco siempre con algo tiro alto, como con esta calza, pero miren, si me la bajo tengo panza”.

“Tuve un hijo, como y me gusta comer, hay que ser más libres y felices. Me pasó algo hace poco que me dejó la panza así, ya les contaré. Y antes quizá no me hubiera puesto esta calza porque se me ve la celulitis acá”, continuó, mientras remarcaba sus muslos.

Libérense, mujeres. Hoy por suerte a mí me chu... un huevo”, cerró. Recordemos que Bechara hizo una confesión en septiembre último, respecto de los trastornos alimenticios que padeció cuando empezó a trabajar en televisión. “Esta foto es de 2011, cuando quedé seleccionada para entrar en el programa de Guido Kaczka, automáticamente dejé de comer”, reveló en un posteo de Instagram.

“Mi mano en la cintura es para taparme el ‘rollo’. Sí, yo me veía gorda. Y como ya les conté, mi trauma siempre fue la panza. Mostrarla me resultaba fatal”, explicó. En aquella publicación confesó que durante las extensas jornadas de grabación solo comía “una barrita de cereal”, y esto le trajo severas consecuencias de salud.

A diez años de sus comienzos en la pantalla chica, la modelo se muestra segura de sí misma, y orgullosa de los cambios que hizo: “Con 30 años, y las cosas un poco más claras, muchas horas de terapia encima y nutricionistas pude salir adelante. Encontrar ese equilibrio: comer lo que quiero logrando equilibrio y buenos hábitos. Un kilo más, un kilo menos, no es esa la cuestión, ¡es sentirse bien con lo que uno hace!”.