Durante visita a Miami, Alejandro Mayorkas defiende programa de parole cubano y haitiano

El jefe del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos defendió este lunes un proceso de parole que permite que hasta 30,000 haitianos, cubanos, nicaragüenses y venezolanos vengan mensualmente a Estados Unidos, tras una demanda del gobernador de la Florida y de otros 19 estados con gobiernos republicanos.

“Me llama la atención que los estados ataquen una solución al problema del que se quejan”, dijo Alejandro Mayorkas, secretario del DHS, durante una conferencia de prensa el lunes en el Little Haiti Cultural Center con la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.

El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, se unió a Texas y otros 18 estados para desafiar el programa de parole de dos años de la administración Biden. Un juez federal aún tiene que escuchar el caso, pero las comunidades que se benefician del programa temen que la corte lo detenga.

Mayorkas — un cubanoamericano nacido en La Habana y el primer latino e inmigrante en dirigir la agencia — dijo que era “incomprensible” la demanda porque el programa “aborda el desafío que hemos estado enfrentando en nuestra frontera sur”.

Citó datos preliminares que el Departamento de Seguridad Nacional dio a conocer la semana pasada, según los cuales hubo una disminución del 97% en los encuentros en la frontera con cubanos, nicaragüenses, haitianos y venezolanos sin la documentación adecuada en comparación con diciembre.

Texas esta liderando la demanda. Los gobiernos estatales argumentan que el programa de parole va más allá de los límites de cómo la agencia puede usar el parole. También dicen que la llegada de migrantes a través del programa de parole abrumará los recursos estatales. Mayorkas, DHS y las agencias de inmigración bajo su jurisdicción fueron demandadas.

La administración Biden anunció el programa el 5 de enero en medio de un aumento de la migración desde Nicaragua, Venezuela, Haití y Cuba en la frontera sur de Estados Unidos. Al mismo tiempo, cientos de cubanos han llegado a los Cayos de la Florida como parte de un aumento en la migración cubana desde el final de las Navidades. El gobierno federal espera que la iniciativa reduzca los viajes peligrosos que realizan los migrantes para llegar a la frontera entre Estados Unidos y México por tierra y Florida por agua.

Varios grupos de derechos de inmigración en Florida apoyan el programa de parole. Pero dado que los servicios sociales en el sur de la Florida se encuentran abrumados, los líderes locales también están preocupados por los efectos de los programas de parole. Muchos nicaragüenses, venezolanos, cubanos, y haitianos viven en el condado de Miami-Dade.

Mayorkas dijo que las personas que sean aprobadas para el parole recibirán autorización de trabajo, por lo que “ellos no están pidiendo recursos locales para apoyarlos”. Las decisiones de parole, dijo, se toman caso a caso.

“Defendemos la legalidad del programa”, dijo.

El lunes, Mayorkas enfatizó que los migrantes no deben arriesgar sus vidas para llegar a los Estados Unidos por el mar. La semana pasada, los medios cubanos informaron sobre el naufragio de un bote rumbo a la Florida cerca de la ciudad de Cárdenas. Varias personas murieron en el incidente o siguen desaparecidas.

Antes de la conferencia de prensa del lunes, Mayorkas se reunió con los representantes de Florida Debbie Wasserman Schultz, Mario Diaz-Balart, Maria Elvira Salazar y Carlos Gimenez.

“El secretario Mayorkas y el presidente Biden están dando prioridad a vías seguras, legales y eficientes para los migrantes y quienes buscan asilo, al tiempo que dan prioridad a la aplicación de la ley. La caída resultante en encuentros fronterizos más peligrosos es inicialmente alentadora”, dijo Wasserman Schultz, quien es demócrata, al Herald en un comunicado.

A principios de este mes, los otros tres legisladores, quienes son republicanos, firmaron una carta al jefe del DHS. Solicitaron información adicional sobre las nuevas políticas fronterizas anunciadas el 5 de enero y las ramificaciones para los ciudadanos de los cuatro países, al igual que acerca de la seguridad nacional de los Estados Unidos.

Además de permitir que las personas soliciten parole para ingresar a los Estados Unidos, los inmigrantes que intenten cruzar la frontera entre los Estados Unidos y México primero necesitarán autorización. De lo contrario, corren el riesgo de ser expulsados rápidamente bajo la controvertida política de salud pública Título 42, anunció la administración. México acordó recibir de vuelta a 30,000 inmigrantes indocumentados por mes como parte de las nuevas políticas de inmigración de Estados Unidos.

En su carta, Díaz-Balart, Salazar y Giménez dijeron que querían saber, entre otras cosas, “la justificación de la política pública para los cambios”, y que el límite de “hasta 30,000” al mes para los nacionales de los cuatro grupos eleva muchas preguntas. Entre ellos, preguntan por qué se eligió el número, cómo se dividirá entre las cuatro nacionalidades y por qué se eligieron estos cuatro países en particular.

Mayorkas se reúne con líderes haitianos

En la reunión del lunes por la mañana en La Pequeña Haití, Mayorkas escuchó las preocupaciones y preguntas de políticos haitiano-estadounidenses, líderes religiosos de Miami, abogados de inmigración, activistas y funcionarios del condado.

“Esperamos que esta administración se mantenga fiel a sus promesas y que realmente sea equitativo para que las personas tengan acceso al sueño americano”, dijo la comisionada de North Miami Beach, Daniela Jean.

El programa de parole ha recibido críticas mixtas de la comunidad haitiana, tanto en el sur de la Florida como en Haití, donde la demanda de pasaportes en las oficinas de inmigración del gobierno se ha disparado.

Los críticos señalan que el programa no ayuda a los indocumentados que ya están en los Estados Unidos a resolver su estatus migratorio, y que la ventana de dos años no ofrece un camino hacia la residencia, lo que crea más incertidumbre sobre lo que sucede después de dos años.

También existe la preocupación de que el programa — que requiere que los solicitantes sean patrocinados por personas que viven en los Estados Unidos que puedan demostrar que tienen los medios económicos para cuidar a alguien durante dos años y pasar una verificación de antecedentes — creará problemas entre las familias que no estén dispuestos a patrocinar familiares. Los líderes haitianos también dicen que el programa abre aún más la puerta a una fuga de profesionales y otros, lo que genera dudas sobre quién reconstruirá el país.

Otros enfatizan la necesidad de que el gobierno de los Estados Unidos colabore con la sociedad civil haitiana para crear las condiciones políticas, sociales y económicas necesarias para que los haitianos puedan permanecer en el país.

“Damos la bienvenida a todo lo que sea bueno para la comunidad. Creemos que brinda una sensación de alivio, pero no es una solución”, dijo el padre Reginald Jean-Mary. “Es importante que la administración Biden-Harris comprenda que la raíz del problema es lo que está sucediendo en Haití”.

Cubanos de Miami discuten relaciones D.C.-La Habana

Posteriormente, Mayorkas visitó la Ermita de la Caridad en Coconut Grove, y se reunió con miembros de la comunidad cubanoamericana. La lista de invitados fue diversa e incluyó a los ganadores del premio Grammy Emilio Estefan y Yotuel Romero; la activista cubana Rosa María Payá; la artista Tania Bruguera; Felice Gorordo, candidato del presidente Biden para formar parte de la junta del Banco Mundial; el Presidente del Cuban Study Group, Carlos Saladrigas; la activista demócrata Carmen Peláez y el exrepresentante estadounidense Joe García.

Los participantes expresaron su preocupación por los inmigrantes cubanos que ingresaron al país tras que el presidente Barack Obama eliminara la política de parole conocida como “pies secos, pies mojados” en 2017 y aún se encuentran en un limbo legal, sin poder obtener la residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano.

También discutieron la situación en Cuba y cómo Estados Unidos podría ayudar al pueblo cubano en su búsqueda de la libertad. Algunos abogaron por cambios de política para abordar la actual situación humanitaria en la isla, mientras que otros insistieron en presionar al gobierno cubano por sus violaciones a los derechos humanos, según relatos del evento compartidos por varios participantes.

“Es muy bueno que el Secretario haya venido en un momento tan crítico,” dijo Estefan al Herald después de la reunión, “Pero con los comunistas no se puede negociar, siempre hay que insistir en el respeto a los derechos humanos. No se pueden seguir poniendo parches, el cáncer está en Cuba.”

Saladrigas también le dio la bienvenida a la visita, llamando a Mayorkas “uno de los nuestros”. Pero dijo que la administración no puede permanecer inactiva en términos de política hacia Cuba mientras la situación en Cuba se deteriora.

“Si no se ayuda a quitar presión a la olla, la situación puede explotar de una manera muy desagradable para el pueblo cubano y los Estados Unidos.”

Durante la reunión, algunos cubanoamericanos también criticaron las conversaciones policiales que se dieron recientemente en La Habana. Incluyeron a representantes de varias agencias federales, incluido el DHS, la Guardia Costera y el FBI.

“En el contexto de las conversaciones entre Homeland Security y el criminal MinInt cubano, solicitamos al Secretario Mayorkas que Estados Unidos deje de dar concesiones al régimen sin que antes se haya efectuado y comprobado la liberación incondicional de todos los presos políticos; el fin de la represión; el respeto a los derechos humanos fundamentales y se den pasos definitivos e irreversibles para la realización de elecciones libres, justas y multipartidistas”, dijo Payá.