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Este video de 1980 te sonará tristemente familiar (porque hay cosas que nunca cambian)

Hace casi cuatro décadas, en Estados Unidos se comenzó a establecer leyes que obligaban al uso de cinturones de seguridad en los automóviles, por ser una medida de prevención clave para salvar vidas en casos de choques y otros accidentes.

Un conductor estadouidense se queja tras haber sido multado por no usar el cinturón de seguridad de su auto, a mediados de la década de 1980. (Captura de video / Twitter / Josh Jordan / Daily Show / MSNBC)
Un conductor estadouidense se queja tras haber sido multado por no usar el cinturón de seguridad de su auto, a mediados de la década de 1980. (Captura de video / Twitter / Josh Jordan / Daily Show / MSNBC)

En la actualidad, a escala de Estados Unidos el 90.1% de las personas usa cinturones de seguridad en los automóviles, indicó una encuesta realizada en 2019 por el Departamento de Transporte federal, cifra que sube hasta el 97.1% en Hawái.

Con todo, la aceptación del imperativo de usar el cinturón de seguridad para reducir la posibilidad de que se den lesiones graves y fallecimientos en incidentes vehiculares no siempre ha sido tan alta.

Décadas atrás, como recordó Buzzfeed News, una gran cantidad de personas se rehusaba a usar esos cinturones y rechazaba las normas al respecto, alegando entre otras cosas que eso les recortaba la libertad, era una imposición del gobierno e incluso que usar cinturón era incómodo, arrugaba la ropa o que no era algo "cool".

Un conductor se ajusta el cinturón de seguridad de su auto a mediados de la década de 1980. (Getty Images)
Un conductor se ajusta el cinturón de seguridad de su auto a mediados de la década de 1980. (Getty Images)

Hay quien dijo entonces en esos videos, al parecer tras ser multado por no usar el cinturón, que "ya no hay libertad…, es tu elección usarlo o no" y otros señalaron que no lo usarían aunque los multasen o que evadirían las localidades en las que existieran normas al respecto.

Incluso en uno de esos videos se muestra a habitantes de una localidad en la que estaba por establecerse el mandato de usar cinturón en el automóvil señalando que eso podría hacer que las personas optaran por no acudir allí, lo que afectaría las ventas de los negocios, y se discutía que establecer mandatos como ese implicaba una imposición excesiva del gobierno a la sociedad.

Esos videos de décadas atrás son una suerte de distante eco de las presentes expresiones de rechazo a mandatos de uso de mascarillas y de vacunación contra el covid-19, medidas que aunque pertinentes para proteger la salud pública, mitigar la pandemia y salvar vidas son rechazadas por muchos en Estados Unidos con argumentos en cierto modo similares a los que se usaron para rechazar las normas sobre uso obligatorio de cinturón de seguridad en los automóviles.

En estas décadas, esa oposición se ha reducido de modo sustantivo en lo relacionado a los cinturones de seguridad, aunque continúa siendo muy importante en lo relacionado a las medidas contra el covid-19.

Y algunos dirán que el porcentaje de quienes hoy aún se resisten a usar cinturones de seguridad es todavía alto, pero la sociedad ya no se encuentra bajo tensión y confrontación por el rechazo a las normas que hacen obligatorio el usar esos cinturones.

Según datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, entre 1975 y 2008 unas 255,000 personas salvaron la vida por utilizar el cinturón de seguridad. Y, en general, el uso de ese elemento reduce en 45% el riesgo de muerte y en 50% el de heridas graves en accidentes automovilísticos entre los conductores y pasajeros en el asiento frontal.

De igual manera, el uso de mascarillas y la vacunación contra el covid-19 salvan vidas. Según el CDC, desde que la variante Delta del coronavirus se ha vuelto la dominante, las personas vacunadas experimentan cinco veces menos riesgo de contagiarse y 10 veces menos riesgo de ser hospitalizadas o de fallecer a causa del covid-19.

Es decir, los no vacunados tienen 10 veces más riesgo de enfermar gravemente y morir de covid-19. Es por ello que la vacunación es imperativa, como también lo es el uso de mascarillas en entornos interiores y, en ciertos casos, en exteriores. El rechazo de un segmento de la sociedad a que se haga obligatoria la vacunación o el uso de cobertura facial ha sido significativo, y hoy se han esgrimido también, como en la década de 1980, argumentos de que esos mandatos recortan la libertad de las personas y su derecho a elegir.

Sin embargo, al tratarse de un problema de salud pública, también se ha señalado que ampliar al máximo la vacunación y el uso de mascarillas, inclusive vía mandatos, es clave para frenar la pandemia y salvar muchas vidas. Miles de vidas de personas no vacunadas que fallecieron de covid-19 en meses recientes, cuando la inmunización está ampliamente disponible, podrían haberse salvado y más podrán serlo en el futuro si más personas se vacunan.

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