Un preso cuénta cómo el principal sospechoso de la desaparición de Yéremi Vargas le confesó que está muerto

Quedan apenas unos meses para que se cumplan 10 años de la desaparición de Yéremi Vargas, pero a pesar de todo este tiempo pasado, la historia no deja de apagarse. La última llama, la del testimonio de José, un preso que coincidió en su momento con Antonio Ojeda, desde hace unos meses principal sospechoso de la desaparición de este niño de Santa Lucía de Tirajana.

La policía puso el cerco sobre este hombre en el mes de junio a partir del relato de José, un testimonio que ahora La Razón ha sacado a la luz y que cuenta cómo la relación de colegueo entablada en el Centro Penitenciario Botafuego de Algeciras hizo ‘cantar’ a Ojeda, quien le habría contado que Yéremi está muerto y que el culpable no es él, sino un hombre llamado ‘El Tani’, quien le habría matado sin querer al intentar dormirle.

El chiquillo no sufrió, llegó muerto. Le puso algún tipo de sustancia en la bebida para dormirle, pero se pasó y se murió. Yo vi al pequeño sin vida ya dentro del coche de ‘‘El Tani’’. En un barranco escondido preparó una hoguera con palos y un colchón y le prendió fuego. Luego recogió los restos los metió en una bolsa con la cremallera rota que yo mismo le entregué. Fuimos al vertedero por la parte de atrás y allí arrojó la bolsa”, fueron la palabras que, según el relato de José a la Policía, le habría dicho Ojeda en la cárcel,

Antonio Ojeda

“Yo vi cómo lo cogían (a Yéremi) y quién se lo llevó. Me acuerdo perfectamente. Fue una mujer de pelo moreno, tiraba del brazo del niño. Él iba llorando. Lo metió dentro de un coche. Era un Seat Toledo de color blanco que conducía un hombre”, le contó, según el mismo testimonio, previamente, en un primer acercamiento al caso, lo que supuestamente despertó la curiosidad de José, en la cárcel por estafa. Llegado el momento, José volvería a abordar el tema, recibiendo la explicación de arriba.

Según cuenta Nacho Abad en La Razón, el testimonio de este preso corroboraría las conclusiones alcanzadas anteriormente, a través de testigos que aseguran haber visto a Ojeda en el lugar descrito por él mismo tanto los días previos a la desaparición como los posteriores.

Ojeda, canario de 56 años, se encuentra en situación de prisión preventiva a la espera de juicio por un presunto caso de abuso a un menor cometido en el año 2012 en la misma localidad de Vecindario en la que residía Yeremy.