El plan trazado para descubrir quién dejaba excrementos en la tumba de su madre

Un día Michael Andrew Murphy, de 43 años, acudió a visitar la tumba de su madre y se encontró con una bolsa de excrementos allí mismo. Un hallazgo que, lejos de ser anecdótico, se convirtió en recurrente y provocó que él y su hermana trazaran un plan para cazar a quien estaba dejando esas bolsas. Tras varios intentos, dieron con el causante: el exmarido de su madre. Así lo revelaba Newsweek después de que Murphy decidiera compartir la grabación en sus redes sociales.

Pusieron una cámara para reunir pruebas y descubrir quién estaba tras la aparición de bolsas con excrementos en la tumba de su madre, fallecida en 2017. (Foto: Getty Images)
Pusieron una cámara para reunir pruebas y descubrir quién estaba tras la aparición de bolsas con excrementos en la tumba de su madre, fallecida en 2017. (Foto: Getty Images)

Casi medio siglo ha estado guardando rencor este hombre residente en Nueva Jersey a la que fuera su pareja por lo que algunas fuentes han calificado como una “mala ruptura”. El hijo de la fallecida, Linda Torello, ha declarado que no sabe a qué se debe el comportamiento de quien se supone que es el padre de su hermana mayor y con el que no han tenido relación alguna en todo este tiempo. Él nació cuatro años después de la separación, que se produjo en 1974.

La primera bolsa con excrementos la descubrieron en este cementerio de Tappan (Orangetown, Nueva York) el pasado mes de abril. Pensaron que quizá se trataba solo de la acción del dueño de algún perro, que la habría dejado allí olvidada. Sin embargo, al encontrar una segunda decidieron comunicárselo a la Policía y pedir permiso en el cementerio para colocar una cámara.

El problema es que las imágenes no eran demasiado claras, estaba granuladas y, aunque la cara podía llegar a ser reconocible, era complicado. Según relata Insider, a Murphy le parecía que podría tratarse del exmerido de su madre y cuando se lo comentó a un primo, este le confirmó que tenía una tienda en el pueblo de al lado. Así que el hijo de Torello decidió hacer una incursión en el local y descubrió que las bolsas que usaban en dicha tienda eran como las que había encontrado en la tumba de su madre.

Con las grabaciones que tenían no podían demostrar mucho debido a la baja calidad, pero sí pudieron determinar que este hombre ponía en práctica su ritual en un determinado intervalo de tiempo, poco después de las seis de la mañana. Así que los dos hijos de la fallecida decidieron dar el siguiente paso y el 18 de septiembre fueron al cementerio antes de esa hora, colocaron un móvil camuflado con ramas apoyado en una lápida cercana y lo dejaron grabando antes de volverse a su vehículo. Para evitar ser descubiertos, precisa Insider, lo pusieron en modo avión.

Se sentaron a esperar y el teléfono hizo el resto al grabar claramente cómo este hombre se acercaba a la tumba y orinaba sobre ella. En el coche le esperaba su actual esposa, según publica Newsweek. Con la grabación, los hermanos acudieron a la Policía y esta presentó un cargo por orinar en público contra el señalado. Una acusación que a Murphy le parece escasa. “Dije, '¿Orinar en público?' Y ahí fue cuando perdí el control. Así que recurrí a las redes sociales. Dije: 'Eso es todo. Voy a humillar a este hombre, lo voy a denunciar en su propia comunidad’”, ha contado él mismo a Insider.

Y eso es lo que hizo. Subió el vídeo a su perfil en Facebook, desde donde se viralizó. Acompañó las imágenes asegurando que lo sucedido le rompía el corazón al tiempo que informaba de que “un hombre del condado de Bergen, Nueva Jersey, ha estado dejando bolsas de caca y orinando en la lápida de mi madre casi todas las mañanas como una rutina normal con la ayuda de su esposa”.

Según precisa Newsweek, la profanación de un cementerio es un cargo que puede llegar a los tribunales si los daños superan los 250 dólares, algo que se daría en este caso al sumar el gasto que ha supuesto para los hijos de la fallecida limpiar la lápida y cambia el césped dañado. Por el momento, el Departamento de Policía de Orangetown solo ha confirmado oficialmente el cargo de orinar en público. La investigación está en curso.

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