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Desencantados con personalidad de Trump, no votarán de nuevo por él

Kevin Pittman II, de Jacksonville, Florida, dice que votó por Donald Trump en 2016 porque "era un gran hombre de negocios", pero ya no está a favor de su reelección. (Charlotte Kesl/The New York Times)
Kevin Pittman II, de Jacksonville, Florida, dice que votó por Donald Trump en 2016 porque "era un gran hombre de negocios", pero ya no está a favor de su reelección. (Charlotte Kesl/The New York Times)

Para algunos, el desencanto comenzó casi tan pronto como Donald Trump tomó el mando. Para otros, los problemas empezaron con su manejo del coronavirus y el descontento social. En todos estos casos, es muy poco probable que vuelvan a votar por él.

Esos votantes, que respaldaron a Trump en 2016 y ahora dicen que “no hay realmente ninguna posibilidad” de que lo hagan este año, representan solo el dos por ciento de los votantes registrados en los seis estados con más probabilidades de decidir la presidencia, según las encuestas de The New York Times/Siena College. Sin embargo, ayudan a explicar por qué el presidente se enfrenta a un déficit significativo en todo el país y en los estados pendulares.

“Creo que, si no fuera un ser humano tan detestable, sería un gran presidente, porque creo que lo que este país necesita es alguien que no sea un político”, dijo Judith Goines, de 53 años, ejecutiva de finanzas de una empresa constructora de viviendas en Fayetteville, Carolina del Norte. “Pero obviamente debido al coronavirus y al malestar social con el que estamos lidiando, se necesita un político, alguien con un poco más de tacto”.

“Me avergüenza decir que he votado por él”, dijo Goines, que se considera como una republicana acérrima.

Quizá no todas estas personas que votaron por Trump en 2016 se considerarían como parte de la base del presidente, pues muchos no estaban entusiasmados con él hace cuatro años. Como forman el seis por ciento de los votantes del mandatario en los estados pendulares, solo son una pequeña parte del electorado total. Además, el dos por ciento de los votantes de los estados en disputa que apoyaron a Hillary Clinton en 2016 dicen que ahora votarán por Trump.

Pero los tránsfugas de Trump juegan un papel muy importante en el desafío al que se enfrenta el presidente. Ganó por un estrecho margen en 2016 y ha hecho esfuerzos limitados por ampliar su atractivo. Incluso una modesta erosión en su apoyo pone en peligro sus posibilidades de reelección. Otro seis por ciento de los votantes de Trump en estos estados dicen que ya no lo apoyan, pero afirman que existe “una posibilidad” de que vuelvan a votar por él.

La mayoría de los tránsfugas desaprueban su desempeño en todos los temas importantes, excepto la economía, según las encuestas del Times/Siena. Sorprendentemente, en términos demográficos son similares a los votantes que siguen apoyándolo, solo es un poco más probable que sean mujeres o blancos con un título universitario.

En las entrevistas, muchos dijeron que inicialmente apoyaron a Trump porque era un hombre de negocios, no un político. Sobre todo, no era Clinton. Pero se han disgustado por su gestión de la presidencia. Varios mencionaron su estilo divisivo y su despido de los funcionarios que no estaban de acuerdo con él, y especialmente su respuesta al coronavirus y a los disturbios tras la muerte de George Floyd bajo custodia policial.
Aunque no todos están listos para secundar a Joe Biden, ya no contemplan la posibilidad de apoyar al presidente.

Cathleen Graham, que alguna vez apoyó a Donald Trump, dice que piensa votar por Joe Biden, el candidato presidencial demócrata. (Elaine Cromie/The New York Times)
Cathleen Graham, que alguna vez apoyó a Donald Trump, dice que piensa votar por Joe Biden, el candidato presidencial demócrata. (Elaine Cromie/The New York Times)

En general, el 78 por ciento de los encuestados en los estados pendulares que dijeron que no votarían por Trump nuevamente reprueban su gestión de la pandemia.

John Crilly, de 55 años, un buzo comercial jubilado de Reeders, Pensilvania, dijo que votó por Trump “porque la otra opción era Hillary Clinton”.

“¿Qué me hizo cambiar de opinión? 120.000 muertes”, afirmó. “Se negó a darse cuenta de que, ‘¡Dios mío! Hay un virus que viene por nosotros. ¿No deberíamos hacer algo, chicos?’ El COVID-19 fue el punto de inflexión. Es la cosa que afecta a todo el mundo”.

Planea votar por un candidato local en lugar de por Biden, quien le parece que es demasiado viejo.

El presidente también perdió votantes debido a su enfoque ante el creciente movimiento contra la brutalidad policial y el racismo arraigado. Más del 80 por ciento de los que no volverán a votar por él dicen que Biden haría un mejor trabajo en las relaciones raciales o en la unificación de Estados Unidos. De los votantes de Trump que no han descartado volver a apoyarlo, solo alrededor del 10 por ciento dijo que confiaban en que Biden se desempeñaría mejor en las relaciones raciales.

Kelvin Pittman II, de 34 años, que trabaja por su cuenta en servicios de estética automotriz en Jacksonville, Florida, contó que votó por Trump porque “era un gran hombre de negocios”. Dice que, al ser un hombre negro, sus opiniones de muchos temas coinciden con los demócratas, pero, como hombre de negocios, apoya ciertas políticas republicanas.

Pero luego sucedió la muerte de Floyd. Pittman sintió que el mandatario no se lo tomaba en serio. “Fue como la gota que derramó el vaso. Fue evidente que este tipo solo piensa en sí mismo. Pensé que se suponía que estaba a favor del pueblo”, dijo.

Algunas personas que votaron por Trump dijeron que fue su personalidad más que alguna política específica lo que los desilusionó. Observaron su comportamiento como candidato, pero esperaban que actuara con más decoro cuando estuviera en el cargo.

Robert Kaplan, de 57 años, supervisor de una empresa de abastecimiento de agua en Racine, Wisconsin, votó por el presidente porque quería abolir la reforma sanitaria de Obama y porque no confiaba en Clinton. Pero se sintió decepcionado desde el principio.

“Es una vergüenza”, dijo. “Es como un niño pequeño que hace una rabieta cuando no logra que las cosas salgan como él quiere. Es muy castigador. Si no estás de acuerdo con él, te despide. Le falta al respeto a gente muy buena de Washington que intenta hacer el bien. Y, considerando su posición, creo que es muy irrespetuoso estar tuiteando todo el tiempo”.

Más del 80 por ciento de los electores que no volverán a votar por Trump estuvieron de acuerdo con la afirmación de que no se comporta como debería hacerlo un presidente. Esa opinión la comparten el 75 por ciento de los votantes registrados en todos los estados pendulares.

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