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Odio a la ciencia, razón de "siniestras embestidas" de AMLO, afirman

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 24 (EL UNIVERSAL).- La razón de fondo por la que se intimida a la comunidad científica con investigaciones por crimen organizado, es el odio que tiene el "cerebro enjuto de Tartufo" a todo lo que es ciencia, consideró el excandidato presidencial, Diego Fernández de Cevallos.

A través de su cuenta de Twitter, el "jefe Diego" se pronunció en contra de las acusaciones que emprendió la Fiscalía General de la República (FGR) contra los 31 miembros del Conacyt y del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

Sobre estas, y en referencia al presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló que la verdadera causa de la persecución judicial es el odio que tiene el "cerebro enjuto de Tartufo" a todo lo que es ciencia y tecnología.

"El motivo de fondo para emprender siniestras embestidas contra intelectuales y científicos es el odio que tiene el cerebro enjuto de Tartufo a todo lo que sea ciencia y tecnología", escribió.

En otro mensaje, el panista apuró en decir que cuando el presidente López Obrador pide que los miembros del Conacyt y del Foro atiendan a los llamados y comparezcan ante el juez, es porque ya les tiene preparadas sus "crujías".

"Cuando Tartufo les dice a los que persigue que comparezcan ante un juez, porque “el que nada debe nada teme”, es que ya les tiene preparadas sus crujías".

Dijo que, como el "truhán y miserable" que es, lo mismo le sucedió a la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien acudió a comparecer por las acusaciones que tenía en su contra por la llamada "Estafa Maestra" y ya lleva dos años recluida en el penal de Santa Martha Acatitla.

Acusaciones contra comunidad científica suman más de 80 años de prisión

La FGR informó el miércoles que ante la negativa de un juez federal de otorgar las órdenes de aprehensión contra los científicos, insistirá en llevar nuevamente el caso ante la justicia federal para llamar a juicio a los académicos a quienes acusa de peculado, lavado de dinero, uso ilícito de atribuciones y facultades y delincuencia organizada.

Según la acusación con la que la FGR intentó en agosto pasado conseguir las órdenes de captura, estos delitos suman penas máximas de hasta 81 años de prisión.

Sin embargo, de los 31 exfuncionarios en los casos de Enrique Cabrero y Julia Tagüeña, exdirector general de Conacyt y excoordinadora del Foro Consultivo de Ciencia y Tecnología, la FGR señala que en el delito de delincuencia organizada a ellos se les aplicaría un agravante que incrementaría sus penas hasta por 20 años, es decir, rebasarían los 100 años en penas máximas.

"Aunado a ello, en relación con Enrique Cabrero Mendoza y Julia Tagüeña Parga también se actualiza la agravante contemplada en el artículo 5, fracción I de la Ley de la materia, incrementando la pena hasta en una mitad por haber cometido el hecho que la ley señala como delito de delincuencia organizada teniendo el carácter de servidores públicos", señaló la Fiscalía.

Debido a que el delito de delincuencia organizada amerita prisión preventiva, la Fiscalía requirió al juez ordenar el internamiento de los científicos en un penal de máxima seguridad al considerar que debido a su capacidad económica podrían cometer actos de corrupción en cualquier prisión de seguridad intermedia.