La muerte del piloto rebelde hunde aun más la imagen del gobierno de Maduro

Oscar Pérez en una de sus apariciones públicas después de declararse en rebelión contra el gobierno de Nicolás Maduro. (AFP/Archivos | INAKI ZUGASTI)
Oscar Pérez en una de sus apariciones públicas después de declararse en rebelión contra el gobierno de Nicolás Maduro. (AFP/Archivos | INAKI ZUGASTI)

Un hombre con el rostro ensangrentado anunció su asesinato en una cuenta de Instagram el lunes 15 de enero. En medio de una intensa balacera dijo ante la cámara de su teléfono móvil: “Venezuela, no quieren que nos entreguemos. Literalmente nos quieren asesinar, nos lo acaban de decir. Fuerza”.

Se trataba de Óscar Pérez, un policía élite de 36 años que se encontraba en la clandestinidad desde hace siete meses luego de atacar al Tribunal Supremo de Justicia y el Ministerio del Interior de Venezuela, desde un helicóptero y a plena luz del día, y llamar a la población a rebelarse contra el presidente Nicolás Maduro.

Nuevos videos demuestran que Óscar Pérez, el piloto que se rebeló contra Maduro, quería negociar su entrega. (YAHOO)
Nuevos videos demuestran que Óscar Pérez, el piloto que se rebeló contra Maduro, quería negociar su entrega. (YAHOO)

La espectacularidad de sus apariciones públicas y su personalidad mediática crearon un velo de duda sobre la autenticidad de sus acciones. Pero su muerte en un operativo en el que participaron más de 500 efectivos con armas de guerra, como granadas propulsadas por cohetes RGP-7 y fusiles de asalto AK 103, ha generado una ola de críticas de organizaciones defensoras de los derechos humanos dentro y fuera del país. También amenaza con detener el incipiente diálogo entre el gobierno y la oposición en República Dominicana para contener una crisis que se profundiza día a día.

El rambo criollo

El inspector insurgente robó el helicóptero de un aeropuerto militar y sobrevoló Caracas en un momento crítico para el país. El 27 de junio de 2017 habían transcurrido 88 días ininterrumpidos de protestas callejeras antigubernamentales por el deterioro de la calidad de vida y las violaciones a los derechos humanos, con un saldo de más de 100 personas muertas por impactos de bala, perdigones o bombas lacrimógenas lanzadas a quemarropa.

Pérez posó en un evento junto a un helicóptero similar al que secuestró el 27 de junio de 2017.
Pérez posó en un evento junto a un helicóptero similar al que secuestró el 27 de junio de 2017.

Todas las acciones de Pérez quedaron registradas en video y transmitidas en las redes sociales. En la cuenta en Instagram equilibriogv divulgó 119 post hasta el día de su muerte.

Algunos opinan que quizás fue su excesivo histrionismo lo que hizo que su mensaje no calara entre los opositores del gobierno venezolano. Pocos creyeron en que se trataba de un verdadero insurgente y muchos pensaron que era un agente de Maduro o del G2 cubano entrenado para engañar a sus detractores, a pesar de que era el fugitivo más buscado por las autoridades y fue acusado de terrorista.

La duda sobre la veracidad de sus historias se mantuvo hasta poco después de su muerte, cuando analistas y personalidades públicas creyeron que los videos que mostraban el ataque contra el escondite de Pérez en El Junquito, una zona montañosa a unos 20 kilómetros de Caracas, se trataba de otro show del gobierno para distraer la atención de la opinión pública sobre la grave crisis política y económica que atraviesa Venezuela.

Lo que sí es cierto es que Pérez era un hombre polífacético. Su expediente muestra una carrera intachable en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), donde alcanzó a liderar la División Aérea. Incursionó en el cine en 2015 como productor y protagonista de la película Muerte Suspendida, en la que interpretó un papel que se asemejaba a su propia vida. Y también creó la Fundación GV33 Moral y Luces para ayudar a niños con cáncer o en condiciones de pobreza. Un miembro de la fundación declaró el miércoles a la prensa local que Pérez era una persona “ejemplar y carismática” con los niños.

Ejecuciones extrajudiciales

El ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, tardó un día en confirmar la muerte de Pérez, Daniel Soto Torres, Abraham Lugo Ramos, Jairo Lugo Ramos, Abraham Israel Agostini, José Alejandro Díaz Pimentel y Lisbeth Andreina Ramírez, a quienes tildó de insurgentes y terroristas.

El ministro del Interior de Venezuela, Néstor Reverol, en una rueda de prensa en la que confirmó la muerte de Pérez y otras seis personas que lo acompañaban en su escondite en El Junquito, Veneuela. (EFE/Cortesía prensa del Ministerio de Interior, Justicia y Paz)
El ministro del Interior de Venezuela, Néstor Reverol, en una rueda de prensa en la que confirmó la muerte de Pérez y otras seis personas que lo acompañaban en su escondite en El Junquito, Veneuela. (EFE/Cortesía prensa del Ministerio de Interior, Justicia y Paz)

Las fuerzas policiales capturaron vivos a seis presuntos implicados y confiscaron granadas de humo, uniformes militares, rifles y municiones.

Maduro declaró sobre el suceso y advirtió que al que se le ocurra rebelarse contra su gobierno correrá con la misma suerte que Pérez.

“A 17 días de dar la orden, orden cumplida, y deben saber la contrarrevolución mayamera y la oligarquía colombiana que a cada grupo que armen y financien para traer el terrorismo, les va a tocar el mismo destino, porque estamos dispuestos a defender con nuestra vida, a defender el derecho a la paz, a la dignidad, a la independencia de nuestro pueblo, de nuestra patria. Nadie va a traer el terrorismo a Venezuela”, expresó Maduro.

La ex fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, acusó al gobierno venezolano de ejecutar a Pérez. “¿Qué más evidencia quieren la ONU y la Corte Penal Internacional que el testimonio del inspector Oscar Pérez manifestando su rendición y pidiendo salvar la vida de los presentes, el cual culminó con una ejecución extrajudicial vista por el mundo entero”, expresó Ortega en un video transmitido por redes sociales.

La exfiscal general venezolana Luisa Ortega, protegida por el gobierno colombiano, calificó el martes de “ejecución extrajudicial” la muerte del expolicía y piloto Óscar Pérez durante un operativo en las afueras de Caracas.
La exfiscal general venezolana Luisa Ortega, protegida por el gobierno colombiano, calificó el martes de “ejecución extrajudicial” la muerte del expolicía y piloto Óscar Pérez durante un operativo en las afueras de Caracas.

Díaz aplaudió las acciones de Pérez al acogerse a la desobediencia civil amparado en el artículo 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y recordó que al fallecido mandatario Hugo Chávez y a Diosdado Cabello se les garantizó el derecho a la vida tras rendirse después del fracaso de la intentona golpista de 1992.

Aministía Internacional advirtió, mediante declaraciones de su directora para las Américas Erika Guevara, que el operativo en el que murió Pérez parecía ser ilegal y levantaba alarmas sobre las violaciones de derechos humanos y el uso de fuerza letal en lugares donde habita población civil.

Para la organización de derechos humanos Provea, la intervención de Fuerzas de Acciones Tácticas Especiales (FAES) fue brutal y desmedida.

Por su parte, el periodista español Rafa Marti, advirtió no romantizar las acciones del insurgente venezolano. “Grupúsculos como el de Pérez deslegitiman la oposición al régimen de Maduro, ponen en riesgo la estabilidad y la democracia y, con todas las garantías judiciales, solo merecen que caiga sobre ellos todo el peso de la ley”, expresó en una columa de opinión.

Cómo lo agarraron

Reverol dijo que las pistas sobre el paradero de Pérez fueron entregadas por algunos político venezolanos que participan en las negociaciones entre el gobierno y la Mesa de la Unidad que se realizan en República Dominicana, versión que fue desmentida por la oposición y que podría entorpecer las negociaciones de diálogo.

“Nos parece inaceptable y así lo rechazamos que se quiera enlodar un proceso que se ha llevado con tanto esfuerzo con acusaciones irresponsables y en su totalidad falsas”, expresó la Mesa de la Unidad Democrática en un comunicado.

Otra versión de una persona identificada como El Capi, un amigo de Pérez entrevistado el lunes en la noche en la cadena informativa CNN, indicó que el piloto habría sido traicionado por un miembro del grupo disidente. “El fue advertido y no hizo caso. Esos errores se pagan caro”, dijo.

Sin embargo, otros consideran que la entrevista que ofreció el 10 de enero a CNN fue la que marcó el fin de sus días.

Analistas comentaron que fue la necesidad de atención de Pérez lo que le hizo caer en la imprudencia de ofrecer una entrevista en vivo a Fernando del Rincón y así revelar inadvertidamente su ubicación a las autoridades.

“La farándula es incompatible con la resistencia”, dijo una analista que prefirió reservar su identidad.

Los cadáveres de Pérez y sus acompañantes no habían entregados a sus familiares el jueves en la mañana. La viuda de Pérez, Danahis Vivas, pidió al gobierno venezolano que le entregara sus restos y aclaró no autorizaba su cremación. Aminta Pérez, madre del piloto muerto, solicitó públicamente que le entreguen el cuerpo de su hijo para darle “cristiana sepultura”.

Aminta Pérez, madre del inspector abatido, pide que le entreguen el cuerpo de su hijo. (Foto AFP)
Aminta Pérez, madre del inspector abatido, pide que le entreguen el cuerpo de su hijo. (Foto AFP)

Falta por ver si lo que Pérez no pudo lograr en vida, lo alcanzará tras su muerte. Aunque su trágico fin ha estado marcado por la polémica y ha causado críticas y burlas de sectores oficialistas, decenas de venezolanos opositores han aplaudido su valentía y ya han publicado fotos, caricaturas y hasta canciones alusivas a lo que consideran un sacrificio por la libertad de Venezuela.

Mujer expresa su apoyo al piloto insurgente frente a la morgue de Bello Monte, lugar donde aún se encuentran los cuerpos de los rebeldes y civiles muertos en el operativo militar. EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ
Mujer expresa su apoyo al piloto insurgente frente a la morgue de Bello Monte, lugar donde aún se encuentran los cuerpos de los rebeldes y civiles muertos en el operativo militar. EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ