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Las razones por las cuales Colombia elegirá entre Iván Duque y Gustavo Petro para definir su presidente en segunda vuelta

En la imagen, el candidato presidencial colombiano el izquierdista Gustavo Petro (i) y el candidato del partido uribista Centro Democrático, Iván Duque (d). EFE
En la imagen, el candidato presidencial colombiano el izquierdista Gustavo Petro (i) y el candidato del partido uribista Centro Democrático, Iván Duque (d). EFE

La extrema derecha versus la extrema izquierda. Así, en principio, se plantea el duelo que sostendrán en segunda vuelta los aspirantes a la Presidencia de Colombia, Iván Duque (Centro Democrático) y Gustavo Petro (Colombia Humana), el domingo 17 de junio próximo.

Ambos representan dos extremos de la política colombiana: Duque hace parte del partido que lidera el expresidente Álvaro Uribe, el cual ha sido el opositor más férreo del proceso de paz que desarrolló el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos con la guerrilla de la Farc, y que ya había tenido un éxito reciente en las urnas cuando el No se impuso al Sí en el Plebiscito del 2 de octubre de 2016, convocado para refrendar los Acuerdos de paz entre las partes negociadoras.

Duque fungió como senador de 2014 a 2018, y antes tuvo cargos en entidades como la ONU y el Banco Interamericano de Desarrollo -BID-. Su victoria en la primera vuelta no tuvo dudas, con el 39% de la votación.

Petro lo secundó con el 25%, en una cerrada definición con el candidato de Coalición Colombia, Sergio Fajardo, quien logró el 23% y reconoció la victoria de su contrincante -“No tenemos ninguna objeción (…). Respetamos y construimos la democracia”-.

El aspirante de Colombia Humana fue integrante del grupo guerrillero M-19, desmovilizado en 1990. Después se vinculó con el grupo político de izquierda Polo Democrático Alternativo, al cual representó en el Congreso como senador desde 2006 hasta 2009, para presentarse por primera vez a las elecciones presidenciales de 2010. Luego fue alcalde de Bogotá de 2012 a 2015, incluyendo una destitución y posterior revocatoria de la decisión debido a asuntos administrativos.

¿Por qué ganaron Duque y Petro?

Si algo ha demostrado el uribismo, la fuerza del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, es consistencia en sus decisiones. Para el plebiscito del 2016 consiguieron 6 millones 424 mil 385 votos, cantidad que superaron ampliamente en esta ocasión (cerca de 7 millones 563 mil votos). Antes, en la segunda vuelta de las presidenciales de 2014, lograron 6.917.001 con el candidato Óscar Iván Zuluaga, que perdería con el reelecto presidente Juan Manuel Santos.

Iván Duque era un senador de bajo perfil hasta 2016, cuando su nombre comenzó a sonar como posible candidato a la presidencia por el Centro Democrático. Las encuestas, que predijeron su victoria en la primera vuelta, le daban en enero de 2018 un 6% de posibilidades, pero tras ganar la consulta interna de su partido en marzo, el porcetaje subió al 40%, que fue el que obtuvo en la votación de este domingo (en realidad fue 39,14%).

El Plebiscito de 2016 marcó una división profunda entre los que apoyaban el proceso de paz con la Farc y quienes expresaban sus diferencias. Ese fue uno de los temas fundamentales en que se basó la campaña de Duque y de uribismo.

Gustavo Petro, entre tanto, se ha convertido en el principal referente de la izquierda colombiana, por su personalidad recia y de fuerte carácter. Durante su paso por el Congreso se destacó por ejercer con juicio su labor de control político, lo cual le dio la visibilidad suficiente para aspirar a un cargo importante de elección popular: la alcaldía de Bogotá, donde ganó adeptos por enfrentarse políticamente con el entonces procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez -integrante hoy del equipo de campaña de Iván Duque-, quien consiguió destituirlo del cargo, decisión que luego fue revisada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Una de las críticas que le han hecho sus detractores es su cercanía con el régimen chavista en Venezuela, dado que sus ideas eran compatibles con las que tenía el joven Hugo Chávez a mediados de la década de los noventa del siglo pasado, incluso acogiéndolo en una visita a Bogotá. Esta es la principal arma que en su contra ha utilizado el uribismo, que se basa en ello para decir que con Petro, Colombia “se convertiría en otra Venezuela”.

Petro ha dicho que apoyaría los Acuerdos de paz firmados entre el Gobierno y las Farc, en otro punto que lo distancia de Duque.

¿Habrá alianzas con los candidatos eliminados?

Durante la campaña para la Presidencia se ha especulado con la posibilidad de que Gustavo Petro, Sergio Fajardo y el candidato del partido Liberal, Humberto de la Calle, se unieran en una aspiración en común, propósito que no cuajó al final.
Tras conocerse los resultados, Fajardo aseguró que les dará libertad a sus sufragantes para que sean libres de escoger el candidato de sus preferencia, sea Duque o Petro. De la Calle tomó una posición similar: “Si no fui capaz de convencer a los míos, qué me voy a poner a convencer a otros”, dijo.

En cuanto al exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien indicó en su discurso de aceptación de la derrota que la campaña siempre estuvo “polarizada”, no se sabe por cuál de los dos cantidatos se inclinaría, aunque todo indicaría que sería Iván Duque, dada sus antecedentes con el expresidente Uribe, con quien tuvo afinidad ideológica a comienzos del siglo XXI, ya que con Petro la distancia de ideas es marcada.

Lo cierto es que quizá Vargas Lleras tenga razón, y el terreno que queda de aquí al 17 de junio estará marcado por una división entre quienes apoyan a Duque y los que expresan su simpatía con Petro, y en el medio quedan aquellos que no se ubican en ninguno de ambos extremos, y tendrán que tomar una decisión de a qué candidato apoyar, en caso que el voto en blanco no sea su opción.