La desesperación de Morena para no perder en Coahuila que causó una rebelión en el Verde y PT

TORREÓN, COAHUILA.- El candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila, Armando Guadiana Tijerina, con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado. |  FOTO ARCHIVO: CUARTOSCURO.COM
TORREÓN, COAHUILA.- El candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila, Armando Guadiana Tijerina, con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado. | FOTO ARCHIVO: CUARTOSCURO.COM

El domingo 4 de junio se llevarán a cabo elecciones en el estado Coahuila. Para Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, el escenario es negativo. Su candidato Armando Guadiana no ha impactado a los ciudadanos. Desde su postulación lo persigue la mala fortuna debido a que la alianza, con el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista, “Juntos haremos Historia” con la que llegó al poder Morena en 2028, se desintegró en cuanto fue nominado.

Morena otorgó su apoyo a Armando Guadiana para buscar la gubernatura de Coahuila. Casi de inmediato empezó la división de la Alianza con la que López Obrador llegó al poder. Ricardo Mejía Berdeja, exsubsecretario federal de Seguridad Pública, consiguió que lo postulara el Partido del Trabajo, al no ser el designado por Morena. Lenin Pérez Rivera fue nominado por el Partido Verde, que justificó su determinación con el argumento de que Guadiana es un empresario del sector carbonífero contaminante y promotor de corridas de toros, lo que no coincide con su “ideología”.

Las campañas están en la recta final y los partidos miden por medio de encuestas las posibilidades de su triunfo. En el caso del candidato Armando Guadiana, que inició su campaña en abril con un 33% de intención del voto, para mayo estaba en 30% y hoy se encuentra en 25%, según encuesta del periódico Reforma. Lo que indica que va en declive, su candidatura no es aceptable y anuncia que será derrotado en las elecciones del próximo domingo.

Al quedar rota la Alianza de Morena, PT y Verde, cada uno con su candidato, el efecto ha sido el avance del candidato Manolo Jiménez de la alianza PRI, PAN, PRD que en abril tenía el 51% de intención del voto, en mayo continuó con el mismo porcentaje y hoy cierra con el 53%, según la misma encuesta mencionada. Desde luego que es el adversario que debe ser vencido.

Mario Delgado, dirigente de Morena. | FOTO ARCHIVO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM
Mario Delgado, dirigente de Morena. | FOTO ARCHIVO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM

El no avance de Armando Guadiana y su consistente retroceso significaron un llamado de alarma en Morena que paga las consecuencias de haber designado a un pésimo candidato e intenta minimizar el dañó que causará en el contexto de las elecciones federales de 2024.

En su afán por corregir lo que sea posible, desde Morena se inició la estrategia de presionar a sus aliados el Partido del Trabajo y el Verde para que declinaran a favor de su candidato con la intención de hacerlo más competitivo en la “recta final”.

En el caso del Partido Verde, Karen Castrejón, presidenta nacional y Mario Delgado, dirigente nacional de Morena informaron que el Verde declinaba para apoyar la candidatura de Armando Guadiana. Sus comentarios inmediatos muestran las presiones que se ejercieron desde el poder para que los ecologistas cambiaran sus convicciones ideológicas, por sus conveniencias políticas. Significa repetición de la práctica del Partido Verde de ir en alianza con quien garantiza su permanencia en el poder.

El candidato del Verde, Lenin Pérez, no estuvo de acuerdo. Mediante su cuenta de Twitter manifestó: “No voy a declinar, por más circo, maroma y teatro que hagan, su candidato (Guadiana) no va a ganar. Seguimos en la lucha para sacar al PRI de Coahuila”.

Mediante un video divulgado en redes sociales Lenin Pérez comentó: “Hoy la dirigencia nacional del Partido Verde, en un desconocimiento total de lo que pasa en Coahuila, y sin consultarlo con su militancia, se pronunció en favor de la candidatura de Armando Guadiana, un candidato que lo único que persigue es su interés personal. Guadiana va en picada en las encuestas, por ello, han tenido que recurrir a las más bajas y viejas prácticas priístas.”

El giro que dio la dirigencia del Partido Verde fue posterior a su opinión en contra de apoyar a Guadiana. El cambio se entiende como la estrategia de “colgarse de la opción del poder” que garantiza sus intereses políticos, que nada tienen que ver con la defensa del medio ambiente y la preservación de la fauna en peligro. Son parásitos de la política y sin la complicidad que establecen con sus “aliados”, estarían en riesgo de perder su registro.

En Coahuila no es el único caso, lo mismo pidió Morena al Partido del Trabajo, otro parasito, que sabe que su permanencia en el poder depende de su “alianza” con el poderoso que lo cubre y tolera. A Ricardo Mejía Berdeja, candidato del PT, le pidieron declinar y también se negó. Para hacerlo “oficial” tendrá que dar la cara el dirigente de PT Alberto Anaya.

La estrategia del Morena de tratar de que su candidato avance es tardía. No tiene efecto alguno en términos legales. Los candidatos están registrados, las boletas impresas y los ciudadanos decidirán el próximo domingo quien los va a gobernar.

Para Morena queda una lección importante. Deben designar candidatos competitivos. Aceptados por la comunidad. Al momento que se abren las urnas todo puede suceder. No es suficiente el apoyo del partido ni desde el poder para imponer al preferido o preferida. Su división en Coahuila significa una derrota a la soberbia del poder del centro. En el Estado de México tampoco está garantizado el triunfo de Morena.

Nada es más importante para los ciudadanos que saber quién estará al frente del gobierno que afectará su calidad de vida en el futuro inmediato. El voto es fundamental para decidir al gobernador. Los ciudadanos mandan.

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