El mensaje que enviaron Jill Biden y Kamala Harris con su ropa en la investidura del nuevo presidente de EEUU

POR Emilio López Romero-. Su llegada a la Casa Blanca como vicepresidenta supone un soplo de aire fresco después de los cuatro años de mandato de Donald Trump que acaban de terminar. Kamala Harris está llamada a jugar un papel fundamental en los meses y años venideros y desde ya todo lo que hace o dice se mira con lupa. También ha ocurrido con la elección de su vestuario para la ceremonia de investidura, en la que más allá del tipo de prendas que ha utilizado, ha tratado de enviar varios mensajes.

Para jurar su cargo frente a Sonia Sotomayor, quien también hizo historia en el 2016 al convertirse en la primera mujer de ascendencia latina en ocupar un asiento en la Corte Suprema, la nueva vicepresidenta de Estados Unidos optó por un elegante vestido en tonos púrpura y un abrigo a juego del mismo color, creación de un joven y talentoso diseñador afroamericano que se ha convertido todo un guiño de la política demócrata californiana a las minorías de EEUU.

A sus 27 años, Christopher John Rogers es una de las jóvenes promesas del mundo de la moda. Fundó su marca en el 2016 y cuatro años ya forma parte de la lista de diseñadores menores de 30 años más relevantes que elabora la revista Forbes. Abiertamente gay, nació y se crió en la ciudad de Baton Rogue, en el estado de Louisiana, y estudió diseño en la Savannah College of Art and Design, aunque eligió Nueva York para empezar su carrera y hoy presume de haber vestido a celebridades tan dispares como Michelle Obama o Cardi B.

En su vistoso “look” no ha faltado el ya mítico collar de perlas que Kamala Harris ha utilizado en otras ocasiones, y que como ya explicó en el pasado se trata de un homenaje a la hermandad de la que forma parte desde sus años universitarios en Howard University, la Alpha Kappa Alpha (AKA), a la que pertenecen algunas de las mujeres afroamericanas más influyentes del país, desde las legendarias Rosa Park o Ella Fitzgerald hasta Coretta Scott King o Alicia Keys.

Kamala Harris ya había dado algunas pistas un día antes cuando apostó por un elegante abrigo largo de color camel durante el acto de homenaje a las víctimas del coronavirus en Washington, su última aparición pública antes de la ceremonia de inauguración. La elección no fue casual y es que se trata de una prenda de Kerby Jean-Raymond, un diseñador de origen haitiano conocido por su defensa de la justicia racial y que durante la pandemia ha distribuido cientos de miles de mascarillas para ayudar a frenar la curva de contagios.

Una primera dama conciliadora

Los reflectores también han estado puestos este histórico 20 de enero en la nueva primera dama, Jill Biden, cuya llegada a la Casa Blanca también marcará un antes y un después tras la huella que dejó Melania Trump a su paso por Washington. En su caso la esposa de Joe Biden ya ha dicho que no tiene intención de dejar su trabajo como profesora, aunque está por ver qué piensan los Servicios Secretos de sus planes. Y para el día más importante en la vida de su esposo ha apostado por un vestuario lleno de significado.

Apareció en el Capitolio del brazo de Joe Biden llevando un conjunto de traje y abrigo en tonos azul turquesa de Markarian, una marca fundada en el 2017 por la joven diseñadora afroamericana Alexandra O’Neill, llevando en la elección de su atuendo un mensaje de inclusión y diversidad, pero también de conciencia con el medioambiente, ya que las prendas de esta marca emergente que ya empieza a triunfar en Nueva York se hacen de manera sostenible.

Un día antes, la esposa del ahora nuevo presidente de Estados Unidos también hizo toda una declaración de intenciones con su vestuario ya que apostó para el homenaje a las víctimas del COVID-19 por otro elegante diseño de Jonathan Cohen. Su nombre y apellidos pueden despistar, pero se trata de un modisto de origen mexicano que creció en la zona de San Diego, una de las ciudades de esa frontera que Trump quiso dividir construyendo un enorme muro.

Ya en el pasado confió en diseñadores latinos de renombre como el dominicano Óscar de la Renta o la venezolana Carolina Herrera, pero esta vez eligió a un modisto que representa lo mejor del biculturalismo. Hace una década empezó su negocio y hoy es uno de los nombres de referencia que desfilan cada año por la Semana de la Moda de Nueva York y que presumen de utilizar materiales reciclables en sus vestidos, como ha ocurrido con el traje de Jill Biden.

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