Guadalupe Loaeza y su polémico comentario sobre Delfina Gómez previo a elección en Edomex: "no está casada"

Guadalupe Loaeza en una sesión fotográfica de 2017. (OMAR TORRES/AFP via Getty Images)
Guadalupe Loaeza en una sesión fotográfica de 2017. (OMAR TORRES/AFP via Getty Images)

Guadalupe Loaeza, según su biografía en Twitter, empezó su carrera periodística en 1982. Son más de cuarenta años en el mundo de las letras: ha escrito más de treinta libros. Como a toda la ola intelectual de su época, le gusta hablar de diplomas y condecoraciones: Legión de Honor de Francia 2004. Deslumbrante. Alguien con esa inteligencia, se supone, debería de saber usar muy bien las palabras y de proponer debates originales, que nutran a la opinión pública —porque eso hacen los intelectuales en México, ¿no?—

Todo eso impresionaría a cualquier persona… que no lea sus tuits. No es nuevo en ella y ya todos lo saben. Sin embargo, el último hito alcanzó otro nivel: "La maestra Delfina no está casada ni tiene hijos y, por otro lado, Ale (del Moral) está casada y es mamá de unos gemelos preciosos. En una ceremonia religiosa dijo: “El gobierno del Estado de México, comparte con la Iglesia católica, los valores universales del amor al prójimo”".

No hay que cuestionar a Delfina Gómez política, sino a Delfina Gómez persona. No hay que evaluar a Alejandra del Moral política, sino el hecho que tiene unos gemelos preciosos. Hasta parece un meme típico de Twitter.

Hay páginas que se dedican a hacer ediciones de tuits y lanzan la advertencia: no lo vayas a buscar, está editado, no es real. Pero aquí no existió ese alivio. Lo dijo Loaeza con todas sus letras.

Hasta los detractores de Morena y Delfina coincidieron en que el apunte de la autora de 'Las niñas bien' perjudicaba más a Alejandra de Moral que a la propia Delfina.

En fin, la opinión de Guadalupe Loaeza podría ser importante y tener peso en los 50, cuando ese tipo de pensamiento gozaba de aceptación y toda la élite intelectual del país hacía eco de lo que decían sus amistades, valorando las 'buenas costumbres'. Pero hoy, en pleno 2023, solo ha servido para generar polémica, burlas y comentarios chuscos. A menos que alguien crea que esa valoración sobre la vida personal de las dos candidatas causará un verdadero cisma al momento de la elección.

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