Frontera caliente: las FARC dicen tener a ocho militares venezolanos como “prisioneros de guerra”

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, junto con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y Remigio Ceballos, Comandante Operacional Estratégico de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, junto con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y Remigio Ceballos, Comandante Operacional Estratégico de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas

CARACAS.- Los combates que mantienen en la frontera binacional las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y las fuerzas militares chavistas cuentan con un nuevo elemento: el secuestro de tres oficiales y cinco sargentos, convertidos en “prisioneros de guerra” por la guerrilla, capturados durante los enfrentamientos en el estado de Apure.

Así lo ha comunicado hoy el estado mayor del Décimo Frente Martín Villa, que ha apelado a los “buenos oficios” de la Cruz Roja para establecer “los protocolos y mecanismos necesarios para que sean entregados a la comisión que ustedes designen en coordinación con la ONU, Organización de Estados Americanos (OEA), el gobierno bolivariano y nuestras autoridades”.

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Entre los “prisioneros de guerra” de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se encuentra el teniente coronel Jhan Carlo Bemon, dos tenientes y cinco sargentos, que según el comunicado de los rebeldes fueron capturados durante el aterrizaje de dos helicópteros con fuerzas especiales del pasado 23 de abril.

El comunicado guerrillero fue dado a conocer por Javier Tarazona, director de Fundaredes, la ONG que también ha denunciado los abusos cometidos por militares chavistas y agentes de las Fuerzas Especiales de la Policía (FAES), incluida la ejecución de una familia de campesinos de La Victoria, población fronteriza con el Arauca colombiano. Tarazona asegura que varios militares más se encuentran desaparecidos.

Según las investigaciones de Fundaredes, aquel 23 de abril los guerrilleros emboscaron a dos helicópteros de fuerzas de élite venezolana, matando a 12 militares, hiriendo a 8 y capturando a un número indeterminado, una cifra que el gobierno de Caracas ha evitado dar a conocer.

Los heridos pudieron escapar de la emboscada de los 300 guerrilleros caminando entre tres y cinco días. “Ni siquiera reciben comida digna en el hospital”, añadió Tarazona, quien también acusa a jerarcas chavistas y al generalato venezolano por la “opacidad” que mantienen en torno a estas retenciones y exhorta a que informen a sus familiares. Su tesis es que los guerrilleros los quieren usar como “piezas de negociación”. De momento, el Ministerio de Defensa se mantiene en silencio.

Las hostilidades entre el ejército chavista y las disidencias de las FARC comenzaron el 21 de marzo, con el ataque bolivariano contra los enemigos de sus aliados Iván Márquez y Jesús Santrich, al frente de la llamada Segunda Marquetalia.

Otro de los actores en el conflicto es el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la poderosa guerrilla marxista aliada de Nicolás Maduro, que está desplegada en varias zonas del territorio venezolano y que participa en el control social que mantiene el gobierno chavista sobre los ciudadanos. La intervención de las tropas de Caracas en el conflicto pretende reforzar a sus socios, que disputan un millonario pasillo del narcotráfico.

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La revolución no reconoce su apoyo a sus aliados y acusa a los guerrilleros disidentes de ser terroristas al servicio de Colombia y de la CIA.

“Apure no es la derrota de las Fuerzas Armadas Nacionales, antes de Apure ya estaban derrotadas. Al perder su institucionalidad, profesionalismo y con su conversión de ejército nacional a guardia pretoriana del régimen solo se necesitaba una prueba irrefutable de su destrucción. Eso es apuro”, subrayó el diputado Marco Aurelio Quiñones.