"Odio la letra S": el inspirador ensayo con el que una chica cautivó a la universidad de Harvard y a millones en TikTok

A Abigail Mack, estudiante de 18 años, se le ha abierto un nuevo y prometedor horizonte. Ha sido admitida en la Universidad de Harvard, un logro ciertamente destacado, y en ello influyó el ensayo que, como parte de los elementos de su solicitud de admisión, ella envió a esa y otras instituciones de educación superior.

La joven Abigail Mack fue aceptada por la Universidad de Harvard. (TikTok/@a_vmack)
La joven Abigail Mack fue aceptada por la Universidad de Harvard. (TikTok/@a_vmack)

Un ensayo que está fundado en su experiencia personal de pérdida, dolor y superación y que, por ello, ha sido inspirador para una enorme cantidad de personas. Como relata BuzzFeed, los videos en la red social TikTok en los que ella presenta su ensayo de acceso a la universidad se han vuelto enormemente virales, con más de 19 millones de vistas.

Ese escrito narra por qué Abigail odia la letra S. "Odio la letra S… De las 164,777 palabras con S, yo solo lucho con una. Condenar a toda una letra por su uso en el .0006 por ciento del tiempo suena estadísticamente absurdo, pero ese único caso cambió 100 por ciento mi vida. Yo tenía dos padres [parents en inglés], ahora solo tengo uno y la S en padres no mejorará nunca", escribió Abigail al abrir su ensayo.

Ella perdió a su madre, y eso es lo que le cala de la letra S, la condición plural que se perdió cuando se quedó sola con su padre.

El dolor, la punzante melancolía por la pérdida de su madre la han perseguido, como Abigail siguió contando en su ensayo: "La S me sigue… No pasa un solo día sin que recuerde que mientras mis amigos salen a cenar con sus padres, yo como con mi padre. Mientras escribo este ensayo hay una línea azul sobre la palabra padre que me dice que cheque mi gramática: incluso Grammarly [el programa de revisión gramatical] asume que yo debería tener padres, pero el cáncer no escucha las sugerencias de edición. No alegaré que mi situación es tan única como una en 164,777, pero es de todos modos una excepción a la regla, algo atípico. El mundo no estaba destinado a este caso especial".

Abigail ha sufrido no tener a su madre, y ella misma cuenta que para sobreponerse al peso de esa letra S faltante se dedicó a multitud de actividades: deportes, actividades extraescolares, clubs. "No pude llenar la pérdida que esa S dejó en mi vida, pero pude al menos estar segura de no tener que pensar en ello. Había tantas cosas en mi vida que no podía controlar, que controlé lo que pude: mi agenda".

Poco a poco, ella descubrió tres actividades clave que la llenaban: el teatro, lo académico y la política, y en ello concentró su actividad. La actividad escénica le vino de su propia madre, quien abrió un estudio de danza, y de su padre, que es profesor de piano, por lo que el teatro fue un espacio propicio para ella. "Hay algo catártico en escapar a un mundo nuevo y ser alguien más aunque solo sea por unas pocas horas en escena", contó.

La actividad académica también la desarrolló de modo importante (los grados necesarios para ser admitido en las prestigiosas universidades a las que ella optó son elevados) y Abigail halló en la política su tercer gran interés. "La política es una nueva pasión… Cuando las manifestaciones de Black Lives Matter sucedían el pasado verano, yo me di cuenta de cuánta pasión sentía acerca de la política. Supe que no podía quedarme sin hacer nada mirando el mundo avanzar sin mí. Me sumé a la campaña de reelección del senador Ed Markey y enseñé a voluntarios cómo hacer llamadas en apoyo de la campaña de Joe Biden. Fue extremadamente gratificante sentir que mi voz estaba siendo escuchada", explicó Abigail en su ensayo.

Así, esas actividades se convirtieron en su pasión y esa letra S [que en inglés es la doble S de passion] fue su nueva motivación e impulso.

La solicitud de admisión de Abigail, en la que su ensayo sobre la letra S fue una parte clave, fue exitosa en más de una universidad: además de Harvard, ella fue aceptada también en Northwestern y Notre Dame, e incluso Harvard le envió con varias semanas de anticipación una carta de aceptación en aras de convencerla de que optara por ellos en lugar de otras universidades.

Abigail lo hizo y será estudiante de Harvard a partir del próximo curso escolar. Aún no tiene claro cuál será su especialidad pero, de acuerdo a BuzzFeed, ella abordará las ciencias sociales y las humanidades con un posible énfasis en política exterior y francés, quizá con miras a convertirse en escritora.

"Vierte tu pasión, cualquiera que sea, en cada fibra de tu solicitud… Tu solicitud de acceso a la universidad es la culminación de todo lo que hecho durante el high school. Tú ya lo hiciste, así que lo más difícil ya fue hecho. Ahora, solo necesitas ponerlo con una pluma sobre papel, compartir lo logrado y, lo más importante, ilustrar cómo planeas hacer la diferencia en tu futuro, de una forma única", recomendó Abigail.

La S que era para Abigail un inmenso vacío se ha ido transformando y aunque nada podrá compensar la pérdida de su madre, su vida ahora puede identificarse con nuevas palabras con letras S más aupiciosas, esperanzadoras y con promesas de éxitos. Su ensayo ha sido, además, una fuente singular de motivación para incontables internautas.

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