El motivo por el que los huevos Kinder no se pueden vender en Estados Unidos

En Estados Unidos pueden comprar una metralleta pero no un huevo Kinder. Esta frase parece un chiste, pero es completamente verdad. La chuchería de la marca italiana Ferrero, famosa por el mini juguete que trae en su interior, está completamente vetada en el país Norteamericano. Sin embargo, si alguien dispone de una licencia de armas, puede hacerse con un poderoso rifle sin problemas.

¿Por qué este inocuo producto está prohibido? Tan solo se trata de un huevo de chocolate que contiene un recipiente de plástico en cuyo interior viene un regalo.

Los huevos Kinder siguen prohibidos en Estados Unidos (Fotolia)
Los huevos Kinder siguen prohibidos en Estados Unidos (Fotolia)

Según revela la página web Gizmodo, la prohibición de los huevos Kinder se debe a una norma que lleva vigente en Estados Unidos desde 1938. Según la norma, se prohíbe cualquier tipo de alimento con objetos no nutritivos en su interior”.

Pero, ¿por qué un helado de palo o un chupa chups -dos productos que sí que tienen en su interior objetos no nutritivos- sí que pueden venderse sin problemas? La clave está en un párrafo de las normativa que establece que sí se pueden vender alimentos que contengan este tipo de elementos, pero solo si tienen algún tipo de función práctica para el producto y no hiciera al producto dañino o peligroso para la salud”.

Es decir, como los polos o los chupa chups se sujetan gracias a los palos que tienen en su interior -y por lo tanto, tienen una función clara- sí que pueden ser comercializados. Sin embargo, el juguete o el huevo de plástico de los Kinder no sirve para comerlos, tan solo es un reclamo para que los niños se hagan con ellos.

Este es el motivo de su prohibición. Y de que también se apliquen duras multas a todos aquellos que quieran introducir el producto de manera ilegal en el país. Como el caso de una familia que intentó acceder con 10 de estos huevos en 1993 desde Canadá (nación que sí permite su venta) y que fue multada con 12.000 dólares. Poca broma.