Durazo, el exsecretario de AMLO que busca ganar terreno en el norte para Morena

“La 4T no es Durazo, la 4T es Andrés Manuel López Obrador”, sentencia Vicente Estrella, uno de los morenistas que tiene tomadas las instalaciones del partido en Hermosillo desde hace 47 días porque, según dicen, la cúpula del movimiento eligió a personas ajenas “a la lucha” como sus candidatos en esta elección e hicieron a un lado a quienes construyeron Morena en el estado.

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A diferencia de otras campañas, esta vez él y otra decena de personas no trabajaron por la campaña ni en el último minuto, ni siquiera porque a dos cuadras de ahí miles vitorearon al candidato de Morena a la gubernatura de Sonora, Alfonso Durazo, en su multitudinario cierre de campaña.

Se trata del único exsecretario de Estado que busca dirigir su estado natal, el que dejó hace más de 30 años para trabajar con el priista Luis Donaldo Colosio, y luego con Vicente Fox, el primer presidente de la alternancia. Pero ese historial es justo la principal crítica que le hace su contendiente Ernesto Gándara, el candidato que va en alianza con el PRI y el PAN, los acérrimos enemigos en el estado que junto con el PRD busca detener la aplanadora electoral de Morena.

Si bien Durazo estuvo fuera de la política de su estado, en 2015 recorrió municipios con el entonces candidato a la gubernatura de Morena Javier Lamarque al gobierno del estado con miras a la elección presidencial de 2018, donde finalmente López Obrador resultó triunfador y desde entonces Durazo sonaba como integrante del gabinete del primer presidente emanado de la izquierda.

A tres años del gobierno, la figura de López Obrador sigue siendo el principal capital político en el estado aunque no aparezca en la boleta. Por eso cualquiera que sea candidato con la bandera de Morena parte de la ventaja, aún teniendo una carrera poco trascendental o haciendo poco durante la campaña, como si la mano del líder se extendiera a cualquier rincón del país.

Por eso lo mismo está Margarita Vélez, esposa el alcalde de Cajeme, Sergio Pablo Mariscal, en la primera posición como diputada plurinominal local, que Celeste Taddei, hija del superdelegado federal en el estado, Jorge Taddei Bringas. También familiares de Alfonso Durazo, Jesús Alfonso Montaño Durazo, quien contiende por la alcaldía de Agua Prieta y Celia Montaño Durazo, por Bavispe.

La presencia del presidente se nota cada mes, cuando los programas sociales del gobierno federal llegan a los sonorenses, como las becas educativas, Jóvenes Construyendo el Futuro o la Pensión para Adultos Mayores. Por eso, Fernando, un conductor de uber lo mismo reclama al presidente por haber desmantelado el apoyo a la empresa de energías limpias donde trabajaba, que le reconoce por la beca que su hija recibe por primera vez en su vida, antes reservada sólo a estudiantes de excelencia.

En esta elección intermedia, Sonora representa una prioridad para el gobierno de López Obrador porque Morena gobernaría por primera vez el estado y por uno de sus más allegados. Además, este triunfo ayudaría a afianzar la segunda mitad de su mandato, explica Adolfo Salazar, presidente de Morena en Sonora.

Aunque algunas encuestas le daban ventaja a Durazo de hasta 10 puntos y otras los colocan ya en empate, los votantes sonorenses deciden el día de la elección, como demostraron en los comicios de 2015 con Claudia Pavolvich y Guillermo Padrés en 2009, cuando ambos iban puntos atrás en la preferencia electoral según las mediciones.

Hasta este punto, la elección se juega entre el único exsecretario de Estado en la contienda, Alfonso Durazo, la alianza de los partidos enemigos históricamente con Ernesto Gándara, la demostración de violencia en el estado con el asesinato del candidato de Movimiento Ciudadano, Abel Murrieta; el gobierno estatal con una nómina que chupa el presupuesto del estado, una deuda que mantendrá ahorcadas las finanzas para el futuro gobierno y con un presidente que se juega la segunda mitad de su mandato.

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La marca Morena y el candidato

Desde que Alfonso Durazo fue nombrado secretario de Seguridad y con presencia constante en las conferencias matutinas del presidente, los sonorenses sabían que significaba allanar el camino para su candidatura. No en vano Jesús Valencia, el exdelegado de Iztapalapa por el PRD, llegó al estado en agosto del año pasado como delegado del Comité Ejecutivo Nacional de Morena.

Durante el inicio del gobierno había trabajado de cerca con Durazo en la Secretaría de Seguridad como titular de Políticas y Estrategias para la Construcción de la Paz, que junto con otros experredistas de la Ciudad de México conformaban el equipo cercano del secretario, como José Ángel Ávila Pérez, exsecretario de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard; Leonel Cota, expresidente del PRD.

Valencia, junto con el expresidente de Morena en Sonora, Jacobo Mendoza, quien contiende por una diputación local, operaron la entrega de candidaturas a personas ajenas al movimiento y allegadas a los dirigentes y a Durazo, advierte Juanita Martínez, consejera estatal y presidenta del Comité de Ética partidaria de Morena en Sonora.

Ahora es una pieza clave en el equipo de Durazo, aunque sin el título formal, se encarga de las tareas que comúnmente hace un coordinador de campaña, mientras que Jacobo Medoza es candidato a una diputación local.

Según acusa Martínez, ambos se encargaron de las ilegalidades, porque aunque los estatutos de Morena obligan hacer encuestas para elegir a los candidatos, en Sonora no las hicieron “y lo digo con conocimiento de causa porque soy consejera. Los eligió la cúpula y esto fue una traición para nosotros”.

Aunque lo mismo pasó en 2018, cuando por ejemplo la conductora de televisión Lilly Téllez fue senadora plurinominal de Morena, Juanita Martínez, entonces también líder local, y otros militantes decidieron no hacer pública su inconformidad para “no afectar al movimiento”. Pero esta vez “la injusticia contra los militantes, esta burla, estas irregularidades nos orillaron a esta manifestación”, dice Martínez, una de las militantes que mantiene tomadas las oficinas del partido.

Por eso tampoco dudan en señalar que “Durazo no es la 4T” y que su manifestación busca enmendar los errores del partido que, según creen, López Obrador no está enterado. Su fe ciega por el presidente lo resumen así: “no somos morenistas, somos amloístas”, dice Vicente Estrella.

Ellos, igual que la oposición, reconocen que Durazo no es un candidato arrollador en Sonora, sino que su fuerza se la debe a la “marea de López Obrador. Él es la esperanza, a él no se le duda nada”.

Aunque el presidente de Morena, Aldolfo Salazar, también excolaborador de Durazo en la Secretaría de Seguridad, lo reconoce como “el más sólido, el más fuerte, un extraordinario candidato”, también sabe que la gente “valora” lo que ha hecho el presidente López Obrador en el estado a través de la implementación de programas sociales.

“Los programas sociales han sido un cambio de modelo basado en dignificar a los adultos mayores, saldar una deuda con los jóvenes. No responde a una veta electoral sino a una emergencia a resolver”, dice en entrevista el joven originario de Sonora en la recta final de la campaña, seguro de que Morena “se llevará carro completo”.

Ricardo Bours, el candidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano que declinó el pasado 17 de mayo a favor del priista Ernesto Gándara, asegura que “a Durazo no lo conoce nadie, la gente que lo apoya es por Morena y porque es amigo del presidente. Es su único secretario y lo están promoviendo hasta con los programas sociales”.

Por eso es que el padrón de beneficiarios de los programas sociales no los han hecho públicos. “Le están usando los programas sociales, contratado a servidores de la nación para usar los programas sociales a cambio de votos”, acusa.

Por eso no duda en insistir que al paso de los días su decisión fue “la más acertada”, porque no tenía posibilidad de ganar, en cambio su apoyo por uno de los contendientes servirá para “detener a Morena porque estamos en riesgo que gane Durazo”.

Aunque desde entonces no ha acompañado a Gándara en ningún acto, ni en el cierre de campaña en Hermosillo, pero fue por la covid, pues el excandidato fue contagiado hace 14 días, pero según dice en entrevista, prevé estar en el cierre de campaña del priista en Ciudad Obregón esta semana.

El discurso central en la campaña de Durazo está “traer la 4T a Sonora”, y el slogan de la alianza entre Morena, PT, Partido Verde y Nueva Alianza, es el mismo de la campaña que utilizó López Obrador en la contienda por la presidencia: “Juntos haremos historia”, pero en este caso le agregan el nombre del estado.

En Nogales, Durazo dice a sus habitantes que el municipio será “el rostro fronterizo de la Cuarta Transformación”, y en otros municipios insiste que Sonora no soporta otro sexenio más gobernado por los mismos nombres, por los mismos apellidos, por las mismas familias, por las mismas mañas y por los mismos mañosos de siempre.

Aunque el contraste entre los malos y corruptos de antes y la “transformación” que ofrece Morena, a diferencia del presidente, Durazo mantiene una actitud controlada en sus mítines, sin aspavientos, sin apasionar al auditorio.

Tanto así que sus discursos los hace con tarjetas en mano. Ni siquiera en el cierre de campaña abarrotando la calle Rosales, en el centro de Hermosillo, se atrevió a lanzar su mensaje caminando entre los asistentes como sí lo hizo la candidata a la alcaldía de Hermosillo, Célida López.

Durazo ocupó el atril puesto en la esquina derecha del templete principal. Minutos antes, entre los vítores, las porras y el ambiente de festejo entre todos los candidatos en el templete, él sonreía y levantaba los brazos, pero a ratos clavaba los ojos en las hojas donde traía su discurso para hacerle anotaciones.

“Hace solo unos cuantos años esto que estamos viviendo era inimaginable, esta hazaña no se explicaría sin el despertar de las conciencias que siguiendo el liderazgo de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador abrimos el 2018 con un proceso de transformación para nuestro país que estamos a punto de consumar en Sonora”, dijo durante su discurso este domingo 30 de mayo.

Sólo se atrevió a improvisar para mencionar a su padre quien, según relató, le dijo ‘Alfonso, vas a ganar, pero a estos, quitarles el poder va a ser como quitarle un hueso a un perro, a fuerzas’. Por eso aprovechó para pedir la defensa del voto: “les vamos a quitar el poder con el voto, pero voy a necesitar de su acompañamiento, pues eso me dará la fuerza política para darle eficacia a nuestra lucha en beneficio de la gente”.

Pero ni esa anécdota arrancó reacción de los simpatizantes, en cambio él tardó unos segundos en ubicar los siguientes párrafos de su escrito, que pareció una eternidad ante una multitud expectante, por eso, la gente llenó el vacío con unos cuantos aplausos. “Por andar improvisando ya ven lo que pasa”, se disculpó él.

Mientras él señala reiteradamente a una “élite” que se acostumbró al poder, su más cercano contrincante, Ernesto ‘el borrego’ Gándara, se esmera en señalar que Durazo no conoce a los sonorenses y es más bien sólo un enviado de Palacio Nacional.

En su cierre de campaña, realizado un día antes en el estacionamiento del estadio Sonora, Gándara dijo que “los de allá, los que vinieron del centro del país a vendernos espejitos se van a regresar por donde vinieron”, y aunque las encuestas lo tengan en segundo lugar, el 6 de junio será “la verdadera encuesta”.

Gándara, a diferencia de Durazo, lanza discursos mientras camina entre los asistentes que le responden con aplausos y gritos. Su experiencia ante la multitud viene de haber sido presidente municipal de Hermosillo entre 2006 y 2009, además de cargos como delegado de la Semarnat y representante de turismo en el estado.

Sin embargo, la alianza que lo representa, el PRI y el PAN han sido acérrimos enemigos en el estado, sobre todo en la transición de los últimos dos gobiernos, pues tras la conclusión del panista Guillermo Padrés, la administración de la priista Claudia Pavlovich acusó el desfalco por más de 30 mil millones de pesos en el estado, que llevó al exmandatario por lavado de dinero y delincuencia organizada.

En cambio, el apoyo del Partido Verde Ecologista de México a Morena, que siempre había sido apéndice del PRI, causa menos extrañeza porque según dice el dirigente en el estado, Omar del Valle, se trata de una candidatura común y no de una alianza de partidos. “Nos unió el candidato y su agenda”, insiste.

Por eso, explica, lograron que Durazo se comprometiera a impulsar energías limpias en el estado, a diferencia de la política de López Obrador, y a ayudar a los productores para siembra sustentable y resolver el problema de agua para ganaderos, una de las prioridades del Verde en Sonora.

Y debido a que pretende ser una fuerza política en el estado, la unión con Morena les da posibilidad de conseguirlo, de ahí que su lema hacia los votantes sea “vota todo Verde y apoyemos a Durazo”.

Del lado morenista, la campaña de Durazo tienen como estrategia a Hugo Scherer, primo del consejero jurídico de Presidencia, Julio Scherer, y que además de ser estratega de Mario Delgado, y de Delfina Gómez en la campaña por la gubernatura del Estado de México, también fue consultor del exsecretario de Gobernación y senador priista, Miguel Ángel Osorio Chong. Mientras que la expanista y exdiputada de Movimiento Ciudadano, María Dolores del Río, que ha sido el enlace con grupos de mujeres, promotores culturales y artistas.

Aunque existe una casa de campaña, ubicada en la avenida Luis Encinas, hay poco movimiento ahí incluso un día antes del cierre de campaña. Ese inmueble fue la primera sede de Morena en el estado y, según les dijo Durazo, era rentada. Sin embargo, es una de las propiedades que la investigación del medio Latinus adjudica al exsecretario de Seguridad como parte de las compras que hizo a través de la Inmobiliaria Alta Sierra, de la que fue administrador único y su esposa e hijos, accionistas.

La campaña se ha concentrado en los mítines en municipios del estado, el segundo con mayor extensión territorial, cuyos recorridos pueden ser de hasta 8 horas, lo que ha dificultado tener una cobertura permanente de reporteros.

A diferencia de otras campañas donde el candidato incluye a la prensa en sus recorridos proporcionando transporte para poder cubrir las actividades, en este caso no fue así y se informa, además, que el candidato no da entrevistas durante los eventos. Y tampoco sus estrategas cercanos, pues aunque Animal Político solicitó entrevistas con Jesús Valencia y María Dolores del Río, no hubo respuesta.

Exsecretario de Seguridad en un estado violento

Alfonso Durazo acompañó a López Obrador desde la conformación del Movimiento de Regeneración Nacional y ya en el gobierno se hizo cargo de uno de los temas más importantes para el país: la seguridad. Encabezó la transición de una Comisión de Seguridad a la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana, y creó la Guardia Nacional, pero más allá del cambio administrativo, la violencia sigue ganando terreno.

En 2019, el primer año de este sexenio, los asesinatos dolosos superaron a los registrados en las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, cuyo sello fue la inseguridad y avance del crimen organizado. Se cometieron 97 asesinatos por día que sumaron 35 mil 588 víctimas en ese año, lo que lo convirtió en el más violento de la historia.

Para 2020 el panorama no cambió. Hubo 35 mil asesinatos dolosos en el país pese a la pandemia que obligó a la población a un confinamiento durante meses y al despliegue de 100 mil elementos de la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo de seguridad para combatir la inseguridad en el país.

Esto es utilizado por su contrincante Gándara, pues si tuvo la responsabilidad de la seguridad a nivel nacional y no consiguió logros, no podría hacerlo en Sonora.

Hasta marzo pasado, el estado era el octavo estado más violento del país, aunque tiene municipios como Cajeme que es el tercer lugar nacional con más homicidios dolosos, solo por debajo de Tijuana y Ciudad Juárez, según información que dio a conocer el presidente en su conferencia matutina.

Y abril de 2021 fue el mes más violento de los últimos ocho años en Sonora, al registrarse 195 víctimas de homicidio doloso, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) y de enero a abril de este año, el estado acumuló 646 asesinatos.

De hecho, la actual campaña estuvo marcada por el asesinato de Abel Murrieta, el exfiscal de Sonora durante las administraciones de Padrés y Eduardo Bours y candidato a la alcaldía de Ciudad Obregón por Movimiento Ciudadano el pasado 14 de mayo, en un crucero transitado y a plena luz del día.

Mientras que los habitantes han sentido el incremento de inseguridad, como Cecilia Delgado, integrante del grupo Buscadoras por la Paz, que la vivió en carne propia desde 2018 con la desaparición de su hijo, ocurrida en la cervecería que atendía en la zona conurbada de Hermosillo.

Aunque encontró el cuerpo de su hijo en una fosa clandestina en noviembre pasado, sigue participando en las búsquedas junto con unas 30 de mujeres más, aunque el grupo lo conforman más de 300 que también han perdido a familiares. Por eso es que para ellas no importa quien gane, siempre y cuando cumpla.

“Esto no se va a calmar de un día para otro, pero al menos que cumplan el compromiso de frenar las desapariciones, la inseguridad que vivimos. Que ya nomás busquemos a los que desaparecieron, pero que ya no haya más”, dice Cecilia.

Tanto Durazo como Gándara tuvieron una reunión con el grupo de mujeres y ambos se comprometieron a que, de ganar, apoyaran su labor. “Si no los buscan, al menos que nos pongan los medios, porque ahorita todo lo hacemos entre todas, cooperándonos”, afirma Cecilia en entrevista mientras se toma unos minutos de descanso en la búsqueda. “Confío en que ahora sí van a cumplir y que no sólo se quede en una promesa de campaña”, dice.

Para los empresarios, la seguridad también es un tema primordial, más allá de la certidumbre jurídica y competencia para hacer negocios, dice Kurt Gerhard López Portillo, presidente de la Coparmex Sonora. “Hemos visto en algunos estados, cómo se degrada el ambiente de trabajo cuando no tenemos lo más básico que debe hacer un gobierno, que es proveer la seguridad de los ciudadanos”.

Aunque Gerhard se muestra cauteloso para no inclinarse por algún candidato, y por ello ha tenido acercamientos con todos, advierte que los empresarios creen “en los resultados y en tres años del presidente ya se pueden ver los resultados”, pero las evaluaciones a través del crecimiento del PIB, por ejemplo, demuestran que el poco crecimiento significan personas desempleadas.

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La administración de Pavlovich

Lo que tienen en común los dos candidatos punteros es la nula mención de la administración de la actual gobernadora, Claudia Pavlovich, durante la campaña electoral. Ni el candidato de su partido, Gándara, la menciona como ejemplo de buena administración, ni Durazo señala posibles errores.

Otra ausencia relevante en el estado es la de Manlio Fabio Beltrones, el histórico operador priista cuyo principal capital político está en Sonora, su estado natal, pero ni él ni su hija, la senadora Silvana Beltrones, han tenido actos públicos en el estado ni en la campaña de Gándara.

Apenas en el cierre de campaña, Alfonso Durazo, criticó el estado de la administración pública. “Nos van a entregar un estado en ruinas, una auténtica papa caliente, en lo económico, en seguridad, en lo social, y en degradado servicio público”, aunque no pronuncia el nombre de la gobernadora.

Efectivamente, el estado financiero del estado está marcado por la deuda que en 2011 estaba en 14 mil 24 millones de pesos y pasó a 29 mil 176 millones de pesos en 2019, lo que representa un incremento de 108%, de acuerdo con un análisis de Carlos Germán Palafox Moyers, investigador y Docente del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora y Presidente del Observatorio Ciudadano de Seguridad y Convivencia del Estado de Sonora.

De la deuda de 2 mil 850 millones de pesos de 2019, por ejemplo, 1,172.8 millones (41%) se aplicaron en pagos al ISSSTESON, Fondos de Retiro Estatal y Pensión alimenticia; 621 millones (22%) en pagos de gasto corriente capítulos 1000 “servicios personales”; capítulo 2000 “materiales y suministros” y 3000 “servicios generales”; 787.9 millones (28%) se aplicaron en transferencias realizadas a entes públicos estatales; 223 millones (8%) se aplicaron en pagos de servicio de la deuda, y el resto, 45.3 millones (2%), se aplicaron en los capítulos 5000 “bienes muebles, inmuebles e intangibles”, y al capítulo 6000 “inversión pública”.

A ello también hay que agregar que el gasto en la burocracia en el estado. De acuerdo con el Índice de Información Presupuestal Estatal (IIPE) 2008-2019, localmente se recaudan 6 mil 717 millones de pesos, pero solo el gasto en empleados burócratas es por 8 mil 157 millones.

De hecho, la mayor parte del ingreso de Sonora proviene de la Federación, que en 2019 fue de 57 mil 177 millones de pesos, lo que representa el 84% de los ingresos totales de Sonora.

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