Deuda: fuerte señal del kirchnerismo en el Senado al ministro Martín Guzmán

El Senado volvió a sesionar después de un mes, bajo la presidencia de Claudia Ledesma
Prensa Senado

La mayoría oficialista aprobó en el Senado un proyecto de declaración que le pide al ministro de Economía, Martín Guzmán, que utilice para solventar los gastos generados por la pandemia de coronavirus, y no a cancelar deuda, los derechos especiales de giro (DEG) que el Fondo Monetario Internacional distribuiría entre sus países miembros en agosto próximo.

La iniciativa lleva en sus fundamentos la marca indeleble de Cristina Kirchner que, por encontrarse al frente del Poder Ejecutivo por el viaje de Alberto Fernández a Europa, no pudo presidir la sesión.

El texto mereció el rechazo de Juntos por el Cambio. “La única razón que tiene este proyecto es marcarle la cancha al ministro de Hacienda”, denunció Julio Martínez (UCR-La Rioja). El radical riojano destacó que mientras en el Senado el oficialismo “esgrime discursos heterodoxos”, el ministro Guzmán esgrime otro discurso: habla de déficit, de tarifas, de bajar el gasto, de pagar la deuda”.

“Acá hay un problema intestino dentro del Gobierno, hay dos proyectos que chocan a cada rato y que traen problemas económicos”, remató Martínez.

El senador opositor replicó, así, el discurso del autor del proyecto, el oficialista Oscar Parrilli (Neuquén), quien se preocupó por presentar la iniciativa como una ayuda al Gobierno y un mensaje al FMI.

“Cuando hacemos este reclamo, lo que estamos haciendo es ayudando, colaborando, con nuestro Gobierno, y obviamente, con el señor ministro de Economía para lograr la mejor negociación y relación posible con las autoridades del FMI”, afirmó Parrilli en el inicio del debate.

Tras volver a la carga con la deuda que dejó la administración macrista, un latiguillo permanente en los discursos del neuquino, el senador oficialista criticó las recetas de ajuste del Fondo Monetario Internacional.

“Lo que le pedimos al FMI que las políticas que se están aplicando en Estados Unidos y en Europa sean las mismas que dejen aplicar aquí en Argentina y en los países deudores: planes de obras públicas, subsidios directos”, agregó Parrilli.

El senador, habitual vocero de Cristina Kirchner en las sesiones de la Cámara alta, cerró su intervención volviendo a la carga contra el FMI. “Tienen que cambiar. No hay posibilidades, ni en Argentina ni en el mundo, si no hay una política económica razonable, que no considere, fundamentalmente, el equilibrio social de una nación”, concluyó.

Sin embargo, la prédica del senador neuquino y presidente del Instituto Patria no convenció a la oposición, quien leyó en el proyecto una señal compleja de cara a la negociación que lleva adelante la administración de Alberto Fernández por la renegociación de la deuda.

“Guzmán tendrá que explicar por qué un proyecto declarativo, de algo que todavía no se definió, lo estamos tratando mientras el ministro está afuera con el Presidente”, resaltó Martín Lousteau (UCR-Capital).

El legislador se permitió jugar con la ironía para decirle al oficialismo que el destino de los DEG del FMI bien pudo haberlo discutido en privado con Guzmán si es que, como esgrimen sus senadores, no se trata de un mensaje al interior de la coalición oficialista. “¿Hay que hacer un proyecto de declaración? Me imagino que deben tener en la bancada oficialista el WhatsApp del ministro de Economía”, aseguró Lousteau.

Le salió al cruce el oficialista Jorge Taiana (Buenos Aires), quien justificó el proyecto, tanto en su sentido como en su oportunidad. “No nos equivoquemos, acá lo que están haciendo los senadores es responder a una campaña de los sectores de poder vinculados al mundo financiero, que están tratando de doblarle el brazo al Gobierno argentino y al ministro de Economía y lograr que el destino que deben tener esos DEG sea cambiado para pagar las obligaciones internacionales”, afirmó Taiana. “No nos vengan a decir cómo defender a nuestro Gobierno”, reprendió el senador oficialista a la oposición.

En el mismo debate, el Senado aprobó y giró a la Cámara de Diputados un proyecto ley que declara el 20 de noviembre como día de la reestructuración soberana de la deuda de los Estados. El texto, en su articulado, bautiza con el nombre del excanciller Héctor Timmerman un salón del Palacio San Martín, sede del ministerio de Relaciones Exteriores.