Yahoo Noticias AMLO ya no sabe de dónde sacar dinero y ahora quiere empeñar todo, incluido el futuro de México
La economía de México está en crisis, como en otros países, por causa de la pandemia. Esta eventualidad sirvió al presidente López Obrador para solicitar a la Cámara de Diputados la extinción de diversos fideicomisos, con los que el Estado atiende las necesidades de diversos grupos.
El presidente López Obrador hizo un llamado a los legisladores para que aprueben la suspensión de fondos y fideicomisos de los que dice que son “dinero suelto, disperso y sin control”.
“Entonces todo eso que se ahorre nos va a dar más posibilidades de tener recursos suficientes para que no falte la atención médica y los medicamentos gratuitos en nuestro país, se va a poner orden y con esos fondos vamos a estar ahora sí más preparados para que se garantice el derecho a la salud".
En el Presupuesto de Egresos de la Federación de los dos pasados ejercicios fiscales, los recursos destinados al sector salud fueron recortados, lo que llevó, en medio de la pandemia del COVID-19, a escasez de insumos y equipo para para atender a los enfermos y protección del personal sanitario. El 30 de septiembre el número de fallecidos reconocidos en México es de 77,163.
Ahora, el presidente López Obrador, criticado por haber llevado una conducción fallida de la pandemia, quiere el dinero de los fideicomisos creados en sexenios anteriores para destinarlos a la lucha contra la pandemia, fortalecer el sistema nacional de salud, hacer las compras de medicamentos y garantizar a la población el acceso a las vacunas contra el COVID-19, cuando estén en el mercado.
La respuesta de la Cámara de Diputados fue favorable el presidente. En la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Morena y sus aliados aprobaron “eliminar o modificar la operación de 109 fideicomisos con fondos de apoyo a la ciencia y tecnología, al campo, a estados, desastres naturales, al cine, derechos humanos, migrantes, cambio climático, deporte, sociedades cooperativas, a ciudades metrópolis, centros de investigación estatales, entre otros.” (El Financiero, 30 de septiembre de 2020)
La ignorancia continuará, el progreso se atrasará, la ciencia y la cultura entrarán en receso. Sólo la cancelación de 31 fideicomisos en ciencia y tecnología afectará a mas de cuatro mil proyectos de investigación en proceso, así como a 85 mil estudiantes de posgrado y 35 mil docentes. La mejor inversión de México tirada a la basura.
Los fideicomisos cancelados aportarán recursos por más de 68 mil millones de pesos para que López Obrador ahora sí atienda la crisis sanitaria. Antes se negó a usar el cubre bocas y ser ejemplo para los ciudadanos, no ha querido cancelar o suspender sus proyectos emblemáticos, el aeropuerto de Santa Lucia, la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y ahora resulta que no alcanza el dinero para combatir la pandemia, pero si para sus ocurrencias.
Los mexicanos estamos aprendiendo a un alto costo que hay palabras peligrosas que, cubiertas con el manto de la verdad, realmente ocultan grandes mentiras. Eso nos pasa desde hace 22 meses, cuando inició su gobierno López Obrador. Una palabra peligrosa en su discurso es Corrupción, quiere terminar con ella, combate a sus adversarios y cuestiona a los que no piensan como él.
En el nombre de la corrupción López Obrador terminó con el subsidio a las guarderías infantiles en todo el país, el apoyo a las madres solteras, la promoción internacional turística de México, el Seguro Popular, recortó personal en secretarias y demás.
Al combatir la corrupción se negó a vivir en una residencia, pero eligió habitar un Palacio que convirtió en sala de prensa, dijo que no viajaría en el Avión Presidencial y lo rifó, pero no lo rifó, el Fiscal General de la República le entregó un cheque por 2 mil millones de pesos, que está “perdido”.
En su cruzada contra la corrupción López Obrador ya encontró que los culpables de los problemas de México son los últimos cinco expresidentes, propuso enjuiciarlos, pero no votará en su contra. Todos vimos cómo tiró la piedra, ahora quiere que veamos qué esconde la mano.
Los primeros actos de su gobierno fueron para fortalecer su política social otorgando pensión a los adultos mayores, becas a estudiantes, subsidios a campesinos, apoyos a indígenas, y demás, recursos que los grupos reciben con el saludo cordial del presidente.
Los resultados del combate a la corrupción no se conocen con certeza, tampoco ha sido auditada la entrega de dinero a los pobres, solo contamos con la palabra de López Obrador que dice que” vamos bien”. Son Miles de Millones de pesos que se dice que llegan a los grupos desprotegidos del país, pero la Auditoria Superior de la Federación no ha podido certificarlo, porque se atravesó la “bendita” pandemia.
Lo que se ve no se juzga, López Obrador ya no sabe de dónde sacar dinero y ha empeñado el futuro de México.
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