Alfonso Romo, el poderoso amigo de AMLO que causa tormentas y peleas en el gabinete

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México y Alfonso Romo Garza, Jefe de la Oficina de la Presidencia. FOTO: PRESIDENCIA /CUARTOSCURO.COM
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México y Alfonso Romo Garza, Jefe de la Oficina de la Presidencia. FOTO: PRESIDENCIA /CUARTOSCURO.COM

Mediante un audio circulado en redes sociales y divulgado en diversos medios, Víctor Manuel Toledo, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) expresó que en el gabinete del presidente López Obrador hay luchas de poder y la 4T está llena de contradicciones, por lo que no debe idealizarse.

Comentó el secretario Toledo que el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Alfonso Romo, ha podido concentrar un gran poder dentro del gobierno, lo que le permite bloquear proyectos ambientales y de transición energética. Dijo que sus principales diferencias al interior del gabinete son con Alfonso Romo, con el secretario de Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos y con la Secretaria de Energía, Rocío Nahle.

Víctor Manuel Toledo mencionó tres momentos en los que ha tenido conflictos con los funcionarios; el primero con Víctor Villalobos en el tema del glifosato, con el que tuvo tres reuniones convocadas por Romo, para aprobar la importación del plaguicida en el país.

El segundo conflicto fue cuando lo convocaron para aprobar un proyecto de ganadería con Estados Unidos, en el que se pretendía impulsar la compra venta de propiedades en Tabasco para realizar un proyecto de agronegocio, “en contra del programa Sembrando Vida”.

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Por último, comentó que lo convocó Romo con el dueño de Grupo México para convencerlo de que fuera más accesible y que lo presionara menos.

En opinión de Víctor Manuel Toledo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no está del lado de la Semarnat y con el esfuerzo que está haciendo en materia de Medio Ambiente. (El Universal, 5 de agosto de 2020)

Cuestionado sobre las afirmaciones de Toledo, en su conferencia de prensa mañanera, desde Sonora, el presidente López Obrador comentó que no había “podido hablar con Víctor Manuel, pero esto es, yo diría, normal en un proceso de cambio, de transformación”.

Consideró normal que haya opiniones y posiciones encontradas entre sus más cercanos colaboradores, pues todos tienen libertad total para expresar sus ideas, ya que al final él es el responsable de las decisiones. (El Imparcial, 6 de agosto de 2020)

Llama la atención que en un corto plazo dos colaboradores de López Obrador hayan manifestado su desacuerdo con su estilo de gobierno. Hace unos días, Javier Jiménez Espriú renunció a la Secretaria de Comunicaciones por no estar de acuerdo con la entrega de la administración portuaria del país a la secretaria de Marina.

Cuando empezaba el sexenio renunció a la secretaria de Hacienda Carlos Urzúa. En su renuncia acusó que algunos funcionarios faltos de experiencia, querían imponer sus determinaciones y culpó al gobierno de tomar decisiones de política pública sin contar con suficiente sustento. En relación con esta salida se comentó que lo dicho estaba dirigido a Alfonso Romo.

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No es la primera ocasión que se hacen públicas divisiones en el equipo presidencial y en esas “diferencias” destaca Romo quien es señalado como un funcionario con un poder desmedido.

Alfonso Romo, es un empresario de Nuevo León, que decidió “trabajar” en el gobierno de López Obrador y por sus antecedentes en los negocios, se planteó en algunos medios la preocupación sobre conflictos de interés que pudieran surgir en relación con su actividad cercana al presidente y el acceso a información privilegiada.

Se expresó que su presencia en el Poder Ejecutivo no solo le permitiría operar como funcionario público, sino principalmente volcarse hacia la expansión de sus negocios, lo que representaría una contradicción en el marco del discurso de la 4T de separar al poder económico del poder político.

Entre los empresarios es sabido que parte del patrimonio de Romo se debe a los negocios que realizó con el sector público y por eso se cuestiona si esa práctica se repetirá. Parece que, dueño de diversas empresas, no se ha detenido en continuar con su actividad.

Recientemente “fue acusado de haber sido beneficiado con un préstamo de rescate por el COVID-19: en una cantidad entre los 350 mil dólares y un millón de dólares fueron a un brazo de la empresa de Alfonso Romo en Nueva York, Nature Source Improved Plants, que maneja su hijo, Alfonso Romo Garza Lagüera, como su director ejecutivo, la cual es una empresa conjunta en co-propiedad con otra compañía controlada por Romo, llamada Agromod.” (Expansión, 6 de agosto de 2020)

Esta empresa tiene instalaciones en Chiapas y fue visitada por López Obrador en 2018, cuando promovía el programa Sembrando Vida.

Para el presidente López Obrador la honestidad de Romo no está en duda. A quienes lo critican les dice conservadores, defiende a su amigo “Poncho” porque dice: “lo estimo mucho y es un hombre de bien”. ¿Usted que cree?

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