Cómo y cuándo abandonaremos definitivamente el petróleo: el "efecto dominó" de las baterías ya es imparable
Un estudio predice cómo será el cambio que po momentos parece que no será tan rápido como se esperaba
No hay duda de que nos encontramos en medio de una transición entre el uso de los combustibles fósiles en los vehículos de transporte y el uso de motores que se alimentan de electricidad. Las grandes preguntas que muchos se hacen son: ¿cuándo dejaremos de depender definitivamente del petróleo? y ¿cómo será ese proceso, lento o rápido?
Ahora, un complejo estudio predictivo elaborado por el grupo de reflexión sobre la transición energética RMI intenta responder a ambas preguntas y llega a una conclusión: la adopción de las baterías está aumentando y no puede frenarse; además ese impulso reducirá a la mitad la demanda mundial de combustibles fósiles.
"La demanda de baterías está creciendo exponencialmente, impulsada por un efecto dominó de adopción que se extiende de un país a otro y de un sector a otro", afirman Daan Walter, Sam Butler-Sloss y Kingsmill Bond, analistas de RMI, coautores del informe que predice cómo el auge de las baterías acelerará la eliminación progresiva de los combustibles fósiles.
"En el núcleo del éxito de las baterías se encuentra un bucle de retroalimentación que se refuerza entre la escala del mercado, el coste y la calidad", afirma el informe, que expone la situación actual en seis gráficos. "A medida que crece el mercado de las baterías, el coste unitario sigue bajando y la calidad sigue subiendo".
Las ventas de baterías crecen exponencialmente
El gráfico de RMI sobre las ventas de baterías en los 30 años comprendidos entre 1992 y 2022 muestra una clásica curva en S, que suele "caracterizar el crecimiento de las nuevas tecnologías disruptivas." RMI explica que el fenómeno es el resultado de "retroalimentaciones del sistema como las curvas de aprendizaje, las economías de escala, el refuerzo tecnológico y la difusión social" que llevan a que los índices de ventas se dupliquen cada dos o tres años. En los últimos años, ese crecimiento ha aumentado aún más, pasando de una tasa media del 33% a cerca del 40%.
Mientras que las curvas en S reciben su nombre por su forma, en la que una pendiente poco pronunciada da paso a un crecimiento exponencial antes de volver a descender hasta una meseta, la línea de tendencia de las baterías aún no ha empezado a nivelarse y muestra sólo media "S", con unas ventas que siguen aumentando, afirma el equipo de RMI.
Costes a la baja, calidad al alza
En un segundo gráfico para los años 1991 a 2023, los datos sobre el coste de las baterías frente a la densidad energética siguen un patrón en forma de "x" a lo largo del tiempo. Las líneas se cruzan en un punto a finales de la década de 1990, cuando el coste cayó un 99% y la densidad se multiplicó por cinco, lo que indica que el valor de la densidad energética de las baterías por dólar ha aumentado drásticamente en las últimas décadas. Es decir, las baterías cada vez almacenan más energía y, a la vez, cada vez son más baratas.
"Por cada duplicación del despliegue, el coste de las baterías ha caído un 19%", escriben los analistas. "Si a este descenso de los costes añadimos un aumento de la densidad del 7% por cada duplicación del despliegue, las baterías se convierten en la tecnología de energía limpia que más rápido mejora".
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El efecto dominó de las baterías
El siguiente gráfico muestra cómo se abren nuevos mercados para la tecnología de las baterías a medida que bajan los costes y mejoran las densidades energéticas. Es decir, las baterías recargables primero se vieron en aparatos como en los teléfonos para pasar a las cámaras, los reproductores de MP3, las tablets, llos coches, etc.
"A esto lo llamamos el efecto dominó de las baterías: el hecho de que un mercado se convierta en un mercado de baterías eléctricas hace que la escala y las mejoras tecnológicas inclinen la balanza hacia el siguiente", escriben los autores. "La tecnología de las baterías se impuso primero en la electrónica de consumo, luego en los vehículos de dos y tres ruedas y en los coches. Ahora le siguen los camiones y el almacenamiento en baterías. Para 2030, es probable que las baterías también ocupen cuota de mercado en el transporte marítimo y la aviación".
Los modelizadores tradicionales van por detrás de la curva
El cuarto gráfico de RMI compara la demanda automovilística real de baterías de iones de litio de 2017 a 2030 con las previsiones anteriores de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). En retrospectiva, el gráfico muestra que las previsiones de la AIE -todas ellas basadas en tasas de adopción lineales para las baterías- se quedaron cada vez más lejos de la realidad.
"La cautela de este pensamiento lineal puede parecer razonable a primera vista", escriben los investigadores del RMI. "Pero, en realidad, es sencillamente errónea": para los autores, la tendencia es que la demanda de vehículos eléctricos se va a disparar de aquí a 2030.
Los motores del cambio se aceleran
RMI traza tres gráficos que muestran un bucle de retroalimentación que se refuerza entre la calidad de las baterías, el coste y el tamaño del mercado. A medida que aumenta la calidad de las baterías, disminuyen los costes y aumenta el tamaño del mercado, lo que lleva a proyecciones más allá de 2023 para escenarios de adopción "rápidos" y "más rápidos".
Los autores afirman que "no ven creíble un escenario de adopción lenta; en su lugar, preveen dos futuros: rápido o más rápido. Es probable que la realidad se sitúe en algún punto entre ambos".
Facilitar el abandono de los combustibles fósiles
El último gráfico muestra cómo un efecto dominó en la adopción de las baterías puede impulsar el abandono de los combustibles fósiles. Para 2050, un mayor uso de las baterías "pone en peligro más de la mitad de la demanda actual de combustibles fósiles" y "nos impulsa en un 60% hacia un sistema energético sin emisiones de carbono".
Estos resultados demuestran que "la mejor estrategia para eliminar rápidamente los combustibles fósiles es acelerar el despliegue de tecnologías que reduzcan su demanda". Es decir, a mayor cantidad de vehículos eléctricos, menor demanda de combustibles de origen fósil.
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