River campeón: tras la vuelta olímpica y los festejos, la angustia por la continuidad de Marcelo Gallardo, que parece preparar el adiós

El trofeo del Torneo 2021 en manos de Marcelo Gallardo, que poco después de las celebraciones en el Monumental dio a entender que está más cerca que nunca de abandonar River.
ALEJANDRO PAGNI

Cuando Cristiano Ronaldo ganó por la última vez la Champions League, en 2018, anunció que dejaría en breve Real Madrid. En medio de la alegría, un sacudón para los hinchas merengues.

Tal vez fue aun más fuerte el cimbronazo de los simpatizantes de River cuando escucharon a Marcelo Gallardo unos minutos después de la vuelta olímpica por el Torneo 2021. Lo que más le faltaba al ciclo de siete años del Muñeco, ganar una liga, fue finalmente conseguido, pero unas frases del director técnico hicieron que la felicidad no fuera completa: el entrenador pareció preparar el terreno para anunciar a su adiós a la conducción del equipo millonario.

Estoy terminando mi contrato y es la primera vez que mi vínculo está terminando. Le he dado todo a este club hasta hoy”, impactó Gallardo, dando a entender un pronto fin de era. La más exitosa en la historia de River. “Es la primera vez, más allá de algún momento de zozobra y de analizar, porque esto demanda mucho esfuerzo. Creo que merezco la posibilidad de replantearme, porque se necesita estar con mucha energía para seguir. Ahora sí voy a analizar, a replantear”, amplió ante ESPN el propiciador de 13 trofeos en esos siete años y medio.

Gallardo y la decisión que todos esperan

Ya hubo otras ocasiones en que Gallardo ponía en duda su continuidad, pero nunca dio como ahora la impresión de estar tan cerca de irse. No me lo planteé hasta ahora porque el club no merecía que mi cabeza estuviera en otro lado. No quería ir más allá del deseo de ganar. A partir de ahora, de haber disfrutado, voy a replantearme seriamente seguir, porque River merece que alguien está con muchísima energía. El denominador común piensa que uno puede relajarse, vivir con tranquilidad, y no lo vivo de esa manera. No me doy momentos para relajarme, porque estaría haciéndole mal al club”, ensayó un argumento. La energía: lo que suele faltarles a quienes ganan demasiado tiempo, demasiadas veces. Pero en el caso del entrenador de 45 años, duró muchísimo, a razón de casi dos vueltas olímpicas por temporada entre mediados de 2014 y fines de 2021.

Su futuro

No habló de otros destinos. Se sabe que lo quiere Uruguay, pero de Europa no hay nada en firme. Si hay una negociación no pública que lo tiente, no se sabe. Él se enfocó en hechos que sugieren un ciclo cumplido, agotado en energía. Reconocido, también. “Me siento halagado no sólo por el elogio sino también porque se destaca el trabajo y el proceso. Vivimos en un país muy difícil, donde las urgencias se ponen por delante de un montón de cosas, y somos a veces muy críticos y muy incoherentes con las formas de expresarnos. La realidad indica que si se respeta los procesos y se confía en el trabajo, no sólo los entrenadores, sino todos, podemos tener un país un poquito mejor”, se complació Gallardo.

Un repaso a su ciclo

Dicen que el ex número 10, cuando todavía futbolista, no apuntaba a dirigir. Que no tenía el perfil ni el interés. Y de pronto, y de grande, apareció la atracción. El Muñeco se estrenó como como DT en Nacional, logró una conquista en Uruguay en la misma temporada que River transitó en la B Nacional (2011/2012) y luego cruzó el charco para cumplir en su casa el anhelo que se le había despertado de golpe. “Es la función que amo, es parte de mi vida. Encontré esta vocación. No sabía que iba a ser mi trabajo. Cuando uno encuentra algo que lo apasiona, se hace muchísimo más fácil”, destacó Gallardo, que en medio de una larga conversación coló un par de palabras, dirigidas al mundo River, que también parecieron preludiar un inminente adiós: “Gracias eternas”.

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