Naomi Osaka queda descalificada y los usuarios en redes sociales cuestionan su identidad

La tenista japonesa Osaka Naomi fue derrotada en tercera ronda por Marketa Vondrousova de la República Checa, después de haber sido la favorita para llevarse la medalla de oro en tenis femenino jugando de local. (Foto: Getty Images)
La tenista japonesa Osaka Naomi fue derrotada en tercera ronda por Marketa Vondrousova de la República Checa, después de haber sido la favorita para llevarse la medalla de oro en tenis femenino jugando de local. (Foto: Getty Images)

TOKIO —Apenas cuatro días después de que Naomi Osaka subió las escaleras camino al pebetero Olímpico como el rostro de un Japón nuevo y más incluyente, esa imagen fue socavada el martes por las críticas suscitadas por su sorpresiva derrota en Tokio.

Muchos japoneses quedaron atónitos por la derrota en la tercera ronda de Osaka ante Marketa Vondrousova de la República Checa, después de haber sido la favorita para llevarse la medalla de oro en tenis femenino jugando de local.

Pero en su papel de rostro de unos Juegos de Verano plagado de escándalos y ansiedad por la pandemia —Tokio registró un número récord de nuevos casos de coronavirus el martes—, Osaka recibió una paliza en las redes sociales japonesas, y algunos cuestionaron su identidad o su derecho a representar al país.

“Aún no logro entender por qué fue la última que llevó la antorcha”, escribió un comentarista en un artículo de Yahoo News sobre su derrota. “Aunque dice que es japonesa no habla tanto en japonés”. Varios comentaristas como ese, ferozmente críticos de Osaka, recibieron 10.000 o más pulgares arriba de otros usuarios de Yahoo.

Como hija de un padre haitiano estadounidense y madre japonesa, y nacida en Japón, Osaka ha ayudado a desafiar la antigua idea de identidad racial y cultural japonesa.

La tenista ha sido tremendamente popular en Japón y algunos comentaristas en línea expresaron su apoyo el martes. Los medios de comunicación cubren extensamente sus victorias y su rostro está en todo tipo de publicidades japonesas, desde los relojes Citizen hasta el maquillaje Shiseido y los fideos Nissin Cup Noodles.

Su elección como portadora final de la antorcha en la ceremonia de apertura del viernes demostró cuán dispuestos estaban los organizadores olímpicos de promover a Japón como una cultura diversa. La estrella de los Washington Wizards, Rui Hachimura, de ascendencia japonesa y beninesa, también destacó como abanderado del equipo olímpico japonés. Pero en algunos rincones de la sociedad, la gente sigue siendo xenófoba y se niega a aceptar a quienes no se ajustan a una definición muy estrecha de lo que significa ser japonés.

“Me preocupaba un poquito que fuera demasiado y demasiado pronto y que hubiera algún tipo de rechazo”, dijo Baye McNeil, un hombre negro que ha vivido en Japón durante 17 años y escribe una columna en The Japan Times, un diario que se publica en inglés.

Naomi Osaka de Japón durante su derrota ante Marketa Vondrousova de la República Checa en Tokio el martes. (Doug Mills/The New York Times)
Naomi Osaka de Japón durante su derrota ante Marketa Vondrousova de la República Checa en Tokio el martes. (Doug Mills/The New York Times)

Quienes se sintieron incómodos pueden haber pensado “si tuvimos que tragarnos esta cosa de Black Lives Matter y la representación del país, lo menos que podías hacer era ganar” la medalla de oro”, dijo McNeil refiriéndose a Osaka. “Así que cuando no lo hizo, ahora algunas personas están desatando su fealdad”.

Los residentes mestizos o hafu, como se les conoce en Japón, aún tienen dificultades para ser aceptados como auténticamente japoneses, incluso si han nacido y crecido en el país.

Melanie Brock, una australiana blanca que dirige una consultora para empresas extranjeras que buscan hacer negocios en Japón y tiene dos hijos de padre japonés, dijo que incluso a pesar de haber asistido al sistema escolar japonés a menudo eran percibidos como distintos. Otras madres, dijo, a menudo atribuían el comportamiento que califican de problemático al hecho de que los niños eran mestizos.

“Creo que Japón es muy exigente con los hafus”, dijo Brock.

Al ver a Osaka encender el pebetero en la ceremonia de inauguración, dijo, creyó “que era una decisión valiente” por parte de los organizadores de Tokio. “Pero me enfadé conmigo misma por pensar que era valiente. No es valiente para nada. Es lo correcto. Es una atleta notable. Es una representante estupenda y merece que se le presente de ese modo”.

Osaka tal vez haya molestado a algunos cuando se retiró del Abierto de Francia en mayo luego de una disputa con funcionarios del deporte por su decisión de no presentarse a una conferencia de prensa. Luego dio a conocer en Instagram que había tenido dificultades con la depresión y la ansiedad.

Muchos de los comentarios en línea en Japón tras su derrota el martes se refirieron a su salud mental de manera despectiva.

“Se ‘deprimió’‘ convenientemente, se curó convenientemente y se le dio el honor de ser la última portadora de la antorcha”, escribió un comentarista en Twitter. “Y luego pierde un partido importante así como así. Lo único que puedo decir es que se toma los deportes a la ligera”.

La salud mental sigue siendo tabú en Japón. Naoko Imoto, especialista en educación de la UNICEF y asesora en paridad de género para el comité organizador de Tokio y ex atleta olímpica que representó a Japón en natación, dijo en una conferencia de prensa el lunes que la salud mental aún no era bien comprendida en Japón.

“En Japón aún no se habla de salud mental”, dijo Imoto. “Cuando Naomi Osaka trajo el tema, hubo muchos comentarios negativos sobre ella, y eso también fue exagerado por el tema del género, por ser ella una mujer”.

“Creo que hay muchos atletas que ahora lo hablan y se ha vuelto común y casi todos los atletas pasan por esto”, dijo Imoto.

Algunos de los comentarios sobre Osaka parecían hacerse eco de las críticas conservadoras en Estados Unidos al movimiento por la justicia racial, que la estrella del tenis ha apoyado abiertamente.

“Estuvo mal que la seleccionaran como la última portadora de la antorcha olímpica”, escribió otro comentarista en el artículo sobre la derrota de Osaka. “¿Acaso el tema de los Juegos de Tokio eran los derechos humanos? ¿Es para mostrar la recuperación de Japón y mostrar apredcio a los muchos países que apoyaron a Japón? El tema no es BLM. No creo que fuera capaz de concentrarse en el partido y se merecía perder”.

Nathaniel M. Smith, antropólogo de la Universidad Ritsumeikan en Kioto que estudia los movimientos de derecha en Japón, dijo que los críticos en línea ahora pueden copiar de un conjunto global de comentarios.

“Un derechista japones de internet tiene conciencia, por estar en el ambiente de Twitter, tanto de Black Lives Matter como de las críticas de las personas blancas hacia Black Lives en Twitter”, dijo Smith. “Así que hay un repertorio digital compartido de cómo atacar”.

Pero, añadió, “sí creo que está muy alejado de la sensibilidad o conciencia del televidente promedio, mucho menos la persona promedio”.

En efecto, algunos comentarios en redes sociales fueron más comprensivos con Osaka. Una publicación de alguien que dijo no ser su fan expresaba gratitud con su participación en las Olimpiadas.

“En lo personal no me gusta Naomi Osaka mucho, pero déjenme decir una cosa”, escribió el usuario en Twitter. “Gracias por jugar como representante de Japón. ¡Gracias por tu esfuerzo!”.

Hisako Ueno e Hikari Hida colaboraron con la reportería.

Motoko Rich es la jefa de la corresponsalía en Tokio. Ha cubierto un amplio rango de temas para el Times, incluyendo bienes raíces (durante un boom), economía (durante una crisis), libros y educación.

© 2021 The New York Times Company

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